Casa Mercedes en Parada de Sil

Excelente comida! La carne como la pedí. Lugar acogedor y muy buena atención 100% recomendado

Fuimos a casa Mercedes, recomendados por una aldeana de un pueblo de la Ribera sacra donde se crían terneras de raza rubia gallega, legendaria por su buena carne. Un gran ejemplo de lo que es la comida gallega auténtica y excelente: Probamos el típico caldo gallego, que rápidamente nos hizo entrar en calor y disfrutar, además de un espectacular bistec de ternera de rubia gallega, a muy buen precio, y de cocido gallego para deleitarse. Y además: Vino godello y trato exquisito por parte del dueño, realmente no se puede pedir más. En definitiva: productos de la tierra, muy buena cocina y trato excelente. Totalmente recomendable.

Sitio super recomendable. La atencion por parte del camarero fue excelente, ademas de la comida, la cual, estaba muy buena. La cantidad en las raciones es muy buena. En fin, un sitio para repetir sin duda!!

Para comer algo normal y por el horario es aceptable, tienen pocas cosas de la carta que ofertan y se demoran mucho en tomar pedidos y servir no pedimos entrantes por esa misma razón, la comida de buen sabor pero realmente no corresponde con los platos, la mejor opción fue la hamburguesa.

Pedimos media de quesos, y una croca, todo muy rico, personal atento y agradable. Raciones abundantes y a buen precio. Muy recomendable.

Buena cocina, buen servicio y buen precio. Muy recomendable.

Todo super rico. Calidad precio de 10

El restaurante no es que sea bonito precisamente, parece más una cafetería un poco descuidada, con los carteles del covid aun por las paredes, las mesas sin mantel, etc... es muy sobrio, no tiene nada de encanto. Aunque eso no quita que se come bien y la atención es muy buena!! Recomiendo las croquetas caseras, la croca y la hamburguesa. No es para ir expresamente, incluso en la zona hay mejores sitios, pero tampoco está mal.

En el corazón de Parada de Sil, a lo largo de la carretera principal, se encuentra este encantador restaurante que brilla por su sencillez y autenticidad. Desde el primer momento, el trato cercano y acogedor te hace sentir como en casa. Los desayunos, que son una de sus especialidades, destacan tanto por la calidad de sus ingredientes como por su generosa cantidad. El pan es siempre fresco, los embutidos de proximidad tienen un sabor intenso y auténtico, y las tortillas son de lo más esponjosas. Además ofrecen una gran variedad de platos que te permiten elegir según tus gustos o preferencias. El ambiente es cálido y familiar, y la atención del personal es impecable: siempre sonrientes, cercanos y atentos a cualquier detalle que pueda mejorar la experiencia. El local, aunque modesto, está siempre limpio y bien cuidado, lo que suma puntos a la sensación de bienestar. Es el lugar ideal para empezar el día con energía y buen humor, especialmente para aquellos que desean disfrutar de un desayuno abundante y con sabor casero.

Fuimos a cenar, íbamos a cenar 4 noches en Parada de Sil y empezamos por este restaurante. No está mal pero no volvimos. La atención buena, sin más, la tabla de embutidos. de batalla, bastante floja quitando el queso, escasa y desde luego muy normalita de calidad. De ibérico nada. Las croquetas bastante bien y la zorza, bueno, no la dejamos por hambre. El postre lo más decente helados. No volvimos.