Casa Luque en Nerja

Local muy agradable. Estupenda carta de generosos, platos originales y de calidad y excelente servicio con algo a mejorar como la recepción del cliente. Merece la pena. ¡Volveremos!

Segunda vez que venimos y la verdad que la comida riquísima, precios acordes y el servicio inmejorable; siempre atentos a que no falte nada, recomendaciones buenísimas por parte de los camareros tanto para escoger vino como para la explicación de los platos.

Restaurante superior. Cena gastronómica, servicio sencillo y amable. Vino top (Toro - Victorino) buen precio vs. calidad. Bonitas proporciones.

Comida muy buena. ¡Súper servicio!

Recomendaría este restaurante si quieres comer algo más que tapas españolas o italianas, pero también si quieres salir a comer para pasar una velada más lujosa, este es el restaurante perfecto. Además, el personal es muy hospitalario, pero a veces se vuelve un poco incómodo. Toda la comida sabía muy bien, ¡especialmente el bacalao con salsa de queso (parmesano) es muy recomendable! En definitiva, aquí pagas un poco más, pero en mi opinión merece la pena.

El restaurante es un gran descubrimiento, lo vimos de camino al balcón de europa. El ambiente es acogedor, la decoración del local es maravillosa. La comida está bastante rica y tenia buen sabor. Los camareros fueron muy atentos y se les veía que les gustaba lo que hacían. Recomendado para pasar una buena noche con buena comida y un ambiente amigable.

Almuerzo tardío antes de regresar a casa, qué delicia, comida deliciosa, muy bien cocinada y excelente servicio.

Tenía interés por reencontrarme en ese lugar emblemático en Nerja. La reforma espectacular, lugar abierto, diáfano pero acogedor, con el encanto de un edificio centenario, la decoración sencilla y elegante, con detalles de mucho gusto. El mobiliario comodo y elegante, hay opción de mesas altas pero será costumbre o edad me siento más cómodo en mesas normales. Vajilla y cubertería en línea con el lugar, funcionales y elegantes sin ostentación. Aunque lógicamente hay un trabajo importante detrás, el concepto de cocina abierta me gusta mucho. El personal rayando la excelencia, su equipación y su atención sin arrugas, me atendió Andrea, muy joven pero conoce su trabajo, muy amable y correcta. De la comida, como aperitivo de la casa me pusieron un gazpacho de remolacha, sin más palabras, exquisito. Pedí salmón marinado en cítricos, estaba bueno pero pará mi gusto las alcaparras, que no venían en la carta, las sustituiria por aceitunas negras suaves y un toque de AOV y los pelos de hinojos que no dan sabor los sustituiría por tallo de hinojo en tiras muy finas. Cómo sugerencia también reducir la ración, a parte del fuerte sabor de las alpujarras, que ya fui apartando, me costó terminar el último tercio. De principal pedí un bacalao con crema de parmesano y verduras de temporada, muy bueno, cómo a mí edad ya no es muy conveniente tomar crema de queso a cucharadas, daría más equilibrio al plato con menos crema y más verdura. En general doy la máxima puntuación, pues es evidente que se persigue la excelencia, tanto en los productos cómo en sus tratamientos y presentaciones. Por supuesto que volveré y por supuesto que recomendare.

En general el servicio y el ambiente es bastante bueno, pero la comida resultó ser algo decepcionante para mí. Empezamos por lo bueno: El lagarto ibérico estaba bien y el plato de tomates con burratina y zoque gustó mucho. Sin embargo, el plato de vieiras al horno no me gusto para nada ya que no tenían nada de sabor y la cama de morcilla no pegaba con el plato tampoco. El plato de corvina: la salsa es buena pero el sabor del pescado nada especial. Quizás no acertamos con estos platos pero la verdad es que no repetiría.

Exquisito. Ideal para una buena cena, tranquila y disfrutona. Muy muy recomendable. Volveremos.