Carmen de Aben Humeya en Granada

Un trato maravilloso, vistas increíbles, comida muy rica, amabilidad infinita. Sin duda, volveremos! Gracias por hacer inolvidable nuestra experiencia en Granada

Almuerzo en este encantador restaurante donde la decoración y el servicio son de primera. Comida deliciosa en un ambiente muy agradable con una vista excepcional. Los platos están exquisitamente preparados; ¡recomiendo muchísimo los postres de postre! ¡Gracias! ¡Hasta pronto!

Una experiencia excelente, comida exquisita, ambiente encantador y un servicio estupendo. Fui a la boda de unos amigos y fue una experiencia fantástica.

Es un lugar con un encanto indiscutible, con maravillosas vistas a la Alhambra desde cualquier mesa. La comida simplemente exquisita. Javier, el encargado, muy amable y nos ha dado todo tipo de facilidades acordes al evento. Los camareros super atentos y simpáticos. Éramos un grupo grande para una celebración familiar y todos han disfrutado del embrujo nazarí y les ha parecido un sitio espectacular. Con toda seguridad que volveremos ♥️

No pude imaginarlo mejor. Ambiente fantástico, servicio increíble, y comida inmejorable. Vistas panorámicas a la Alhambra desde una fantástica casona del siglo Xl. Habrá que volver para seguir degustando esa maravilla de cocina. GRACIAS

Carmen de Aben Humeya ofrece increíbles vistas a la Alhambra, un servicio elegante y creativos platos andaluces. La lubina a la plancha y la tarta de queso estaban excelentes, perfectamente presentadas y llenas de sabor. La terraza al atardecer es mágica, tranquila y romántica. Es más caro que un bar de tapas normal, pero merece la pena por las vistas y la experiencia. ¡Muy recomendable para cualquiera que visite Granada!

No sé de dónde vienen las malas críticas. Cenamos allí y tuvimos una experiencia maravillosa. Somos de Nueva York, así que no es que no hayamos probado la alta cocina. El servicio fue muy amable. El ritmo de la velada fue relajado, pero no demasiado lento. El carpaccio de gambas estaba elegante y delicioso; el bacalao con risotto de remolacha y el rabo de buey estaban deliciosos y muy bien presentados. La tarta de queso estaba maravillosa. No suelo dejar reseñas, pero me pareció necesario refutar algunas de las críticas muy negativas que han dejado otros. Te hacen dudar sobre si cenar aquí, pero no te preocupes. La comida, las vistas, el ambiente y el servicio son de primera.

Todo cuidado al mas mínimo detalle. Una pareja de Gran Canaria queriendo disfrutar de una cena especial dio con el sitio perfecto. Lo primero la ubicación, en el Albaicín, con vistas directas a La Alahambra. La experiencia de comer en la terraza con vistas a La Alhambra con la iluminación que tiene por la noche no tiene precio. Se llega fácil desde la zona centro mediante autobús con parada muy cerca del restaurante. También puedes ir en taxi e incluso andando. En mi caso, subí en transporte público y volví dando un paseo muy agradable. Tiene una zona de terraza y un comedor totalmente acristalado para tener las vistas de La Alhambra en todo momento. Visiten el patio y la terraza que están en la zona baja del restaurante, un gran ejemplo de un Carmen de Albaicín. La comida espectacular. Se nota el mimo en la preparación de los platos. Desde los entrantes hasta el postre. Una selección de vinos muy buena. Una carta muy estudiada y platos del dia que están fuera de la carta. El personal acorde con el restaurante. Muy amable en todo momento. En especial queremos agradecer el trato que nos dio Luís, un 10 sobre 10. El precio fue acorde al de un restaurante de estás características, incluso diría que por debajo de lo que pensaba que costaría por comensal. Recomiendo este restaurante como para obligatoria en una visita a Granada, tanto si desean tener una cena especial o degustar unos platos excelentes. Si es importante reservar y con bastante antelación.

La ubicación, la vista y el ambiente son absolutamente fantásticos. La comida era generalmente muy buena - no tenemos quejas, y era una buena relación calidad-precio. Sin embargo, el servicio fue extremadamente decepcionante - tanto lento y, al final, después de que nos quejamos, positivamente grosero. Habíamos terminado nuestros platos principales, y queríamos pedir el postre, pero nos dejaron esperando durante más de 20 minutos para un menú de postres (o cualquier servicio en absoluto). Cuando un camarero finalmente se fijó en nosotros, simplemente ofreció la cuenta. Cuando nos quejamos, simplemente se encogió de hombros y nos despidió. A diferencia de casi todas partes que hemos comido en España, donde el servicio es generalmente bueno a excelente e invariablemente muy amable, esta fue una experiencia realmente muy decepcionante y nos impediría recomendar este restaurante a cualquiera.

Un entorno precioso y una vista impresionante. No pidas el pato. Era tan difícil que no podía cortarse ni comerse. Cuando le dije al servidor que era "dificil" (duro) me consiguió un cuchillo más afilado. No roí más que un bocado o dos y lo dejé. No se dijo ni notó nada sobre el hecho de que no me lo comí y dejé un plato lleno. El tiramisú fue preparado en la mesa y fantástico.