Candida Restaurante en Mollina

Todo lo que esta en la carta esta riquisimo, muy sabroso y buen producto. Un solo pero, es el sonido, necesita amortiguacion, encima con la musica hay que hablar muy alto. Una recomendación ISINAC o algo similar

Un restaurante muy moderno pero decorado con buen gusto situado en las afueras de la ciudad. Tiene un excelente estacionamiento a través de sus puertas, así como un área de juegos para niños y asientos afuera y adentro. Habíamos reservado con antelación, pero cuando llegamos nos costó encontrar la entrada correcta y luego la camarera, aunque muy servicial, parecía tener un poco de prisa. Probablemente entramos por la puerta equivocada. El menú del día tenía una gran variedad de platos y tenía un precio muy bueno de 15 euros. Esto incluía pan y primeras bebidas. Los platos que comimos eran muy sabrosos y bien presentados. Mi esposa estaba muy contenta de haber conseguido patatas fritas adecuadas en lugar de las patatas fritas congeladas normales. El servicio fue muy rápido y el personal fue muy eficiente y amable. El ambiente a la hora del almuerzo era muy profesional y muchos clientes parecían tener almuerzos de negocios. Recomendaría a todos que prueben este lugar. Un ambiente moderno con comidas tradicionales de buena calidad.

Muy buena comida. Pero cuando se hace reservas no sirve de nada te ponen en la mesa que ellos quieren. Digo yo si van hacer eso porque no lo dice al hacer la reserva.

El ambiente es elegante y tiene un diseño moderno, espaciosos y con mesas, hermosas secciones de jardín y estacionamientos disponibles. La comida era buena, pero teniendo en cuenta estos precios, todavía está por debajo de las expectativas. Los platos principales son grandes y satisfactorios. El servicio fue muy lento, esperamos 20-25 minutos para pedir una bebida o pagar la cuenta. El lugar es muy grande, el número de empleados es menor, tal vez por eso... Los precios son bastante altos, creo que podrían ser un poco más razonables.

La comida espectacular pero el precio muy caro y demasiada comida. La cocina no está bien coordinada, los platos no llegaron todos juntos y unos estaban comiendo mientras que otros esperaban sus platos

Llevaba tiempo con ganas de ir y aprovechamos una visita a la Laguna Fuente de Piedra. Iba perdido al entrar pero me preguntaron,me llevaron a la mesa(me dieron a elegir si quería dentro o fuera). Mesas amplias,vistas,luz ,me gustó. La comida que puedo decir ,me pareció que es increíble,riquísima ;¡almejas de carril!!!! ,el solomillo de ternera asturiana ,las anchoas sobre crema de oveja,el arroz con leche. Volveré.

Haciendo la ruta del Tempranillo se hizo la hora de comer en Alameda y tuve la suerte de parar por casualidad en este restaurante. Me encantó el lugar, el trato al cliente fué superior y la carta muy completa. Lo que catamos (éramos 4) estaba en su punto y muy sabroso. Acabe tan contento que he vuelto a repetir otra vez con mi pareja y 3 más (total 8) y han salido sorprendidos de la calidad y atención. Me han agradecido que les enseñará el lugar. Super recomendable. Por cierto los percebes y demás platos sobresalientes. Como la experiencia ha sido mejor de lo esperado les doy un WOW 😍.

Disfruté de una excelente comida aquí con mi familia. El lugar fue un éxito instantáneo con los niños, gracias a su patio de recreo, y tuvimos una mesa fantástica debajo de un olivo ornamental en la terraza. Es un restaurante espacioso con mucho espacio interior para aquellos que prefieren cenar en el interior. Me impresionó el extenso menú, que ofrecía una excelente selección de platos frescos. Para comenzar, compartimos una maravillosa ensalada de tomate Raff con aguacate local, cubierto con un trozo de melva de Tarifa, perfectamente vestido con aceite y vinagre. También pedimos unas gambas blancas a la plancha y un tartar de atún para completar nuestros entrantes. Vale la pena señalar que optamos por medias raciones de algunos platos para poder probar más. Como plato principal compartimos un rape al horno. El pescado estaba muy bien presentado y la carne era increíblemente suculenta. La gran selección de platos de carne en el menú casi nos tentó a excedernos, pero decidimos compartir algunos postres caseros. Elegimos las Torrijas (piense en un pudín exclusivo de pan y mantequilla), la tarta de queso con pistacho y la tarta Kinder. Si bien todos estaban deliciosos, las Torrijas fueron las más destacadas para mí. El restaurante tiene un ambiente fantástico, y el personal fue atento, servicial y amable, lo que hace de esta una de las experiencias gastronómicas más memorables que he tenido en mucho tiempo.

Llevábamos tiempo queriendo ir a este restaurante, uno de los más aconsejados en la comarca de Antequera. Ya nos habían hablado que los fines de semana no hay menú y que comer a la carta se sube bastante de precio. Por eso he ido un viernes y he probado el menú de la Cándida. Lo primero que hay que reseñar es el restaurante en si, las salas, la terraza, los espacios,... Para nada se corresponde con el típico restaurante de pueblo. Amplitud, confort y buen gusto en la decoración; unido a un servicio atento, eficiente y profesional. Tengo que decir que he quedado más que gratamente sorprendido. El menú que proponen los días de diario consta de 6 primeros, 6 segundos y 4 postres a elegir uno de cada. Además, incluyen en el precio el servicio, pan y bebida. El precio del menú es de 15 euros y entre los distintos platos hay verduras, pescados, pasta, carnes de cerdo, pollo y ternera, marisco... Además, las cantidades son bastante generosas, hasta el punto que hay quien el segundo plato se lo lleva para casa directamente. Yo pedí de primero un salpicón de marisco y de segundo tiras de secreto a la brasa. Ambos platos podrían haber pasado por platos de carta en cualquier restaurante: excelente calidad, buena cocina y cantidad acorde con un plato de carta y no de menú. Gran experiencia que seguro repetiré en el futuro y que tengo que aconsejar a todos los que lean esta reseña como un establecimiento de referencia en la zona.

Siempre es un valor seguro, nunca decepciona, lo mejor que hay en el centro de Andalucía. El tratar de atún es un exquisitez, y las croquetas al pil pil, para quitarse el sombrero. Siempre es un acierto, nunca te equivocas. Hoy el sitio estaba un poco desbordado, pero igualmente es un éxito. Temíamos al sentarnos fuera que hiciera frío, pero para nada, un brasero de ascuas y solucionado.