CAN TIVILL en Calella

De entrada el menú diario a 20€ me ha parecido un poco caro, pero el menú, y la atención, lo vale

Muchas veces piensas que la suerte te depara buenos destinos culinarios. Eso pensé yo cuando estuve en Calella, Barcelona, y así fue, un acierto en toda la extensión del término. Me refiero a Can Tivill, en el Carrer de la Riera, 48. Un restaurante muy bien puesto con un comedor extenso, una decoración de vanguardia sin estridencias, un impecable servicio y productos de primera calidad proveniente de la huerta del Maresme y su litoral. Una cocina mediterránea ejecutada con esmero y emplatado de lujo. Día festivo y los comensales llenaban el establecimiento. No teníamos reserva previa, pero la anfitriona ya conocida en Can Tivill logró la magia de una mesa para disfrutar de tantas delicias de la carta. Lo difícil era decidirse. Queríamos probar más de una receta, arroz del senyoret, por ejemplo, pero nos decantamos por distintas preparaciones a modo de picoteo. Así, todos tan contentos. Unas patatas bravas super buenas, nada grasientas, con toque de salsa propia que nos dejó maravillados. También un pulpo a la gallega con cachelos laminados, calamares a la andaluza en su punto y mejillones a la marinera con una salsa espectacular donde los tropezones delicados de perejil, cebolla y pimiento invitaban a "sucar" pan en esa mezcla suculenta. 28 euros por comensal no está mal, si tenemos en cuenta la calidad del arte culinario que se sirve en Can Tivill, un restaurante que no conocía previamente y que pasa a engrosar nuestra agenda de restauración. Totalmente recomendable para todo el que desee apreciar los productos de la huerta y el mar, kilómetro cero.

Cocina genial, atención fantástica. Volveremos.

Hoy hemos ido por primera vez y eso que somos de cerca. Hemos comido el menu y estupendo. Muy buena calidad de comida,pescado fresco. Atención del personal excelente. Volveremos sin duda.

Es un restaurante en el cual la atención es fundamental. Comida rica, y buen precio.

Buen restaurante para el Maresme y excelente servicio

Muy buen restaurante en Calella, visita obligada (fotos: pollo, patatas fritas, ensalada ni 10 euros)

Local a pie de calle, luminoso y bien acondicionado. Los platos degustados han sido de gran calidad. Reservarse un hueco para los postres. La plantilla eficiente con el propietario a la cabeza pendiente de agradar al comensales. Vale la pena repetir la experiencia.

Excelente sitio para comer en Calella. Marisquería con producto fresco y de calidad. Hemos comido coca de verduritas con brie y unos mejillones marinera exquisitos, de Bouchon. Y el postre nos ha sorprendido con un carrito de postres, a cuál mejor. Difícil de escoger. Pero hemos escogido una bolsa de chocolate blanco crocanti con fruta de la pasión y vos de frutos rojos que estaba simplemente espectacular Todo tenía una pinta excelente y había un ambiente cálido y sin gritos, con poco ruido, que daba opción a hablar sin tener que entregar el volumen de voz El servicio también excelente. Han tardado un poco en decirnos y se han disculpar por la tardanza pero no nos ha importado pq hemos disfrutado de casa momento en el lugar. Eso sí, para aparcar tienes que dejar el coche en zona azul o venir caminando. Es el único inconveniente del local.

Recomendable restaurante ,comida rica y a un precio razonable. Buen servicio y postres espectaculares a muy buen precio. Mi pareja y yo fuimos a comer en dos ocasiones y sin duda alguna volveríamos a ir de estar por la zona.