Can Jeroni en Camprodon

Restaurante de montaña en casa de piedra con decoración de casa de montaña pero elegante. La coca de jamón espectacular, el entrecot muy top y también buenos postres elaborados.

Sitio acogedor y elegante, platos de calidad pero cantidad y precio no acompañan.

Establecimiento con mucho encanto, dispone de una zona totalmente reformada con mucha personalidad y sorprendente. La atención por parte del personal fue muy buena, atentos y muy serviciales. Oferta gastronómica de cocina tradicional catalana, elaborada a partir de productos de la zona.

La comida está bien, el entorno muy bonito. Pero es muy caro. Relación calidad precio es bastante excesivo.

La comida estaba rica, quizá el precio un poco elevado para lo que se ofrece. El restaurante es bonito por dentro y dispone de una terraza con unas vistas agradables del pueblo.

Un Restaurante de categoría en medio de un entorno espectacular, un trato perfecto, un buen servicio, un ambiente acogedor y tranquilo y hemos podido comer en el interior con nuestra perra. La comida espectacular, unas mejillas de cerdo difíciles de superar, una crema de calabaza deliciosa, el tartar de potro buenísimo, canelones de categoría, y para rematar el postre por alquilar sillas. 100% recomendable. Muchas gracias y hasta pronto.

El Restaurante Can Jeroni tiene una cocina de élite, elabora sus platos con productos de la comarca, y de proximidad, (las carnes y los alimentos de guarnición) elaboran sus recetas tradicionales con un toque de innovación y bien presentadas. Los orígenes de este restaurante son principios del siglo XX. En el año 2005 realizan la reconstrucción, acondicionamiento del antiguo Celler y lo dejan como comedor, con la remodelación obtienen el Premio de Arquitectura de las Comarcas de Girona (por su interiorismo). El restaurante es amplio y coqueto, dispone de varios espacios, como una gran sala, donde encontramos el comedor, con una vista panorámica a la Iglesia de San Cristóbal, o el acogedor reservado de una única mesa, sin olvidar el confortable rincón, para disfrutar en la intimidad de la chimenea en buena compañera. La Terraza de la plaza con las mesas y la sombrilla tiene unas vistas magníficas de la entrada de Beget y ubicada muy cerca de uno de sus puentes. El pueblo cada vez que vamos lo veo más vivo, con tiendas para comprar embutidos o el obrador donde podrá comprar pan ecológico y torta como la que se hacía hace años. Podrá dar un agradable paseo por el pueblo y descubrir su entorno con casas y calles de piedra y madera que rodean el río. Los puentes medievales y la Iglesia de San Cristóbal son un importante ejemplo del románico catalán. Recomendable al 💯%

No sé decir qué ha sido mejor, el lugar, la comida o el trato. Un gran descubrimiento, muy recomendable. Para repetir

El precio carisimo no se corresponde con la calidad de la comida. Ensalada de cebolla y tomate bajo minimos. Las patatas del cordero recalentadas.

Local bien ambientado en entorno precioso. La carta corta con escasez de pescados a precios de mercado (aprox 40/50 eur pp) y cantidades normales. Buena presentación con calidad de materia prima y servicio agradable.