He ido al Campo de Tiro desde que era niña. Mi padre lo escogía para hacer las comidas de empresa. Toda mi familia ha repetido, también los amigos nuevos. El secreto: sencillo, bueno, bien hecho y lo de siempre, como siempre, como nos gusta. Un precio super adecuado y los trabajadores que asumen muchísimo trabajo, siempre amables, siempre atentos. A mi hija, que tiene cinco años también le gusta 😊