Calsot en Hoyo de Manzanares

Anteriormente comentaba que estaba muy bien el sitio, pero ahora voy a corregir la reseña informando que ya no está también, cada vez es más caro y los calsot dejan mucho que desear, hemos ido de nuevo varias veces y todas estas veces los calsot pequeños y los precios cada vez más altos, han bajado mucho la calidad. Lamentable y una pena.

Nos han atendido geniales. Comida buena y Eric, nuestro camarero ha sido muy amable y atento con el grupo y con los niños.

Un gran clásico de la sierra de Madrid que nunca falla. La atención de Inés el sábado fue perfecta, aconsejándonos en las cantidades y muy amable con las niñas. Volveremos pronto seguro.

Buena comida, Eric un máquina, repetiremos.

Comida deliciosa, las recomendaciones del camarero increíbles, un sitio para volver siempre que puedas reservar...la calidad de los productos excelente.

Un poco ruidoso pero muy rico y muy bien atendidos !

Excelente servicio, el personal y la organización muy profesional. Felicitaciones a los camareros y a la encargada que hace que todo sea muy ameno. Atención 10/10

Tan rico como siempre, pero han subido bastante los precios. Te sale más económico pedirte el menú que platos sueltos.

Tercera vez que vengo al restaurante y sigue siendo un acierto. Es un sitio súper acogedor: sin grandes lujos, pero con ese ambiente familiar que te hace sentir a gusto desde que entras. He ido tanto con amigos como con familia y siempre hemos salido encantados. Los calçots, los caracoles, la parrillada de verduras… todo está buenísimo, con ese sabor a brasa tan auténtico. La relación calidad-precio es excelente, especialmente para los tiempos que corren, y las raciones son generosas. Se ha convertido en un clásico que no falla. Ojalá siga así muchos años. Por poner un pequeño “pero”: esta vez probé las patatas fritas y no están al nivel del resto de la comida. Las patatas al caliu, en cambio, siguen siendo increíbles. Aun así, el servicio fue, como siempre, muy agradable y rápido. Quizá unos guantes para los calçots serían un buen detalle, aunque con las toallitas y un paso por el baño te apañas sin problema. 100% recomendable.

Los calcots buenísimos. Todo lo demás muy normalito, una ensalada de menú con 4 trozos de escarola, el pan tumaca con poquísimo tomate y soso, los embutidos ni fu ni fa y la parrillada correcta. Controlaos con la salsa romescu, porque cobran 3.5 euros por rellenar el minúsculo cuenquito. Y el postre de 7 euros había que buscarlo con lupa de lo pobre que era. Carta de vinos subida también de precio. Servicio muy amable y sitio ruidoso, como corresponde.