Cala Llenya Bar en Santa Eulària des Riu

Espectacular en la misma cala. Muy recomendable.

Siguiendo una recomendación, terminamos en la preciosa bahía de Cala Llenya: tranquila, familiar y realmente bonita. Sobre el bar: Por la noche (agosto, sobre las 20:00), el ambiente es especialmente agradable, con un servicio cálido y atento. Durante el día, ofrecen bebidas bien fresquitas y aperitivos típicos de quiosco, y por la noche, una carta pequeña pero exquisita. Además de los clásicos "platos turísticos", también ofrecen platos fuera de carta. Pedimos pescado 🎣, cocinado a la perfección. Por unos 60 € por dos platos de pescado, cuatro bebidas, aceitunas y pan, no es barato, pero es bastante justo, sobre todo porque aquí no hay competencia. La relación calidad-precio es excelente. Un detalle especialmente interesante: el bar ha sido propiedad familiar durante dos generaciones: el propietario tiene 97 años y su hijo está en la playa todos los días y se encarga de todo. Un auténtico negocio familiar, uno que se siente: cálido, presente, auténtico. Nuestro veredicto: • Servicio: ⭐⭐⭐⭐⭐⭐ • Ambiente: ⭐⭐⭐⭐½ • Comida: ⭐⭐⭐⭐ En resumen, nos complace otorgarle a este pequeño chiringuito de playa las 5 estrellas, ya que su cocina no tiene nada de qué avergonzarse.

Por ser el único bar en la playa, tiene excelente servicio y precios justos.

¡Qué fantástico bar/restaurante en una preciosa playa junto a la bahía! Disfrutamos de la barbacoa diaria (delicioso pollo, cordero y pescado) gracias al hospitalario dueño, Pepe.

Estupendo chiringuito de playa, muy bien aprovechado. Precios de playa. Comida sencilla, pero si no te llevas nada a la playa te salva el día. Hay mesas pero antes de sentarte tienes que pedir la comida y bebida, una vez pedida se lo dices a los que están ahí, y te dan la mesa. Para 1 día está bien. Servicio muy atento.

Playa estupenda. Olas grandes y hermosas. Hay muchas tumbonas y sombrillas disponibles. Asegúrate de llegar temprano por la mañana, ya que podría estar todo ocupado.

¡Un lugar precioso! El alquiler de camas es lo máximo, son súper amables. El bar es sencillo, pero qué bocanada de aire fresco comparado con todo el blablabla de los beach clubs. Aquí puedes encontrar la Ibiza de hace 20 años. Recomendaciones: tortilla francesa y pastel de almendras. También el tinto de verano. Pies en la arena, una silla de plástico tambaleante y mirando al mar. Imposible. A menos, claro, que prefieras tacos complicados, sushi o un filete Angus. En ese caso, puedes sentarte en Cala Nova. Ojalá este lugar se mantenga así por mucho tiempo. Si es necesario, con estatus de protección de la UNESCO.

Chiringuito de playa. Con precios caros y te sirven en platos de plástico. Venden ensaladas pizzas , etc. recomiendo pasarte x el Mercadona y llevarte una ensalada de ahí. La comida es pobre y cara

Todo genial. Excelente café. Ubicación encantadora. La única lástima es que cada año es más caro.