El Café Victoria es un bar con historia y encanto, abierto desde el año 1980. Este establecimiento tradicional ha sabido conservar el espíritu de los cafés de toda la vida, ofreciendo un espacio tranquilo y acogedor que invita a parar, tanto para el desayuno como para una pausa durante el día.
El local destaca por su atmósfera relajada, con una selección musical agradable que acompaña sin imponerse. Tanto si vas solo como acompañado, se respira un ambiente de proximidad que invita a volver.
La carta incluye bocadillos sabrosos, bollería recién hecha y, para los clientes más fieles, platos combinados caseros que recuerdan las comidas de siempre.
Ni que decir tiene que uno de los grandes activos del Café Victoria es Antonio, que con su trato cercano y atento hace que todo el mundo se sienta bienvenido.
En definitiva, el Café Victoria es un rincón con alma, ideal para gozar de la sencillez bien hecha y del buen servicio.