Los camareros de la cafetería son un encanto, están siempre pendientes de lo que quieres, de ponerte la tapa, de servirte de nuevo.
Las tapas están muy ricas, las mesas altas le dan un toque más moderno y la terraza está genial.
Mi agradecimiento a los camareros.
Día de la madre y el gerente que es un encanto, nos invita a un vino como dia especial! Reitero mi reseña anterior. Un sitio genial, familiar, para todo. Y por cierto, se come fenomenal.