Cafetería Restaurante C’an Guillem en Porreres

Sólo estábamos allí para tomar una copa, es agradable sentarse afuera, el personal fue amable. El baño es antiguo pero está muy limpio.

Muy amables. La comida muy rica. Lo único es que por el precio que te cobran por las patatas fritas de la hamburguesa al menos deberían ser naturalesny no congeladas.

Una cafetería restaurante muy agradable, pizzas muy buenas y diferentes de las que suele haber en otros restaurantes ( una de sobrasada con albaricoque y miel y otra de dátil y bacon) Trato muy agradable y ambiente relajado.

Ambiente tranquilo, servicio muy amable y atento. Las pizzas con la masa fina y sabrosas. Pedimos la de sobrasada con albaricoque y miel y otra de bacon y dátiles. Ambas buenísimas. Volveremos.

Un lugar agradable, abierto todo el día con buena comida y precios decentes.

Gran restaurante. Llevo dos meses viviendo temporalmente en Porreres y este es mi restaurante favorito aquí. Tienen muy buena comida, especialmente pizza deliciosa. Gran ambiente entre encantadores residentes locales. Definitivamente lo recomiendo 👍

Una experiencia muy recomendable. Las pizza a caseras muy buenas y el servicio es excelente, especialmente por parte de la camarera Melissa, que era muy simpática y nos recomendó sitios para visitar. Sin duda, repetiremos cuando volvamos a Porreres.

Estamos totalmente emocionados. Este lugar es un gran lugar para sentarse al aire libre y observar lo que sucede en la ciudad. Las bebidas son increíblemente baratas, la cerveza por 2€ y el vino por 2,50€ nos sorprendieron. Hay muchas cosas que hacer aquí a partir de las 9:00 p. m., por lo que debes esperar que no puedas conseguir un asiento de inmediato.

Fuimos a tomar unas cañas despues de una actuación en el teatro, las cañas resultaron ser una cena donde la comida estuvo muy buena, almenos en pizzas. El único inconveniente es algun comentarios inapropiado (sexistas) hacia las chicas por parte de algunos clientes de avanzada edad. ( nos pasó )

Buena comida, buen servicio y terraza agradable. Es verdad que tienes que esperar un poco a ser atendido, ya que parece ser que no hay camareros suficientes por la cantidad de gente que se detiene (mesas llenas en la terraza, todo el tiempo). Teniendo en cuenta que eran sobre las 12:30 horas del mes de mayo y que además de los clientes locales se detienen muchos biciclistas, no tengo ninguna queja. Comida muy buena, personal atento y agradable y terraza acogedora (terraza que da a la calle y con vistas a la plaza). Los padres que van a hacer un vermout o una caña antes de comer deberían cuidar de sus niños y no dejar que éstos paseen y corran por entre las mesas. Sin lugar a dudas, recomiendan el sitio.