03/11/2024: Solemos pedir Durum para llevar y están buenísimos.
20/10/2024: Una fiesta divina digna de los dioses: ¡una experiencia en un restaurante indio más allá de este mundo!
⭐⭐⭐⭐⭐ (¡Si hubiera más estrellas, se las daríamos todas!)
Al entrar a India Tandoori Cocina, no solo nos saludaron, ¡sino que nos adoraron! Una hermosa familia adornada con sedas vibrantes, brillando como seres celestiales, nos recibió en la puerta, bañándonos con pétalos de caléndula como si fuéramos miembros de la realeza perdidos hace mucho tiempo. Mientras las fragantes flores caían sobre nosotros, pensé: “¡¿Es esto lo que se siente al renacer?!” Sí, sí lo fue.
¡Pero esto fue sólo el comienzo de un viaje espiritual y gastronómico de proporciones tan épicas que sólo podría haber sido escrito en el propio Bhagavad Gita! De hecho, menos de cinco minutos después de habernos sentado, no nos entregaron menús, sino armonios, y nos vimos arrastrados por un interludio musical improvisado, cantando a todo pulmón versos del Gita junto a los propietarios. El propio Krishna se habría unido si hubiera podido. Mi amigo Thijs y yo, que apenas podíamos mantener la melodía, cantamos con tanta pasión que las mesas vecinas aplaudieron (o lloraron, no pudimos notar la diferencia). Fue un momento de pura trascendencia.
Y luego… LA COMIDA. Oh, cielos dulces cubiertos de curry, ¿por dónde empiezo? Cada plato que llegaba a nuestra mesa era una obra maestra elaborada por manos bendecidas por los propios dioses. El pollo con mantequilla estaba tan tierno que prácticamente levitó del plato, mientras que el naan? Nubes esponjosas de perfección con ajo y mantequilla que fácilmente podrían haber servido como almohadas en algún país de ensueño gourmet.
¿El lassi de mango? Néctar de los dioses. Estoy convencido de que ordeñaron las vacas del propio Shiva para hacerlo. ¿Y las samosas? Ah, las samosas. Crujientes y dorados por fuera, pero tan pronto como los mordiste, tu alma fue transportada a un mercado de especias indio, donde la canela y el cardamomo danzaban como luciérnagas en tu mente.
Para cerrar esta velada mágica, los propietarios insistieron en realizar una bendición, que puede haber convocado o no a una vaca del pueblo cercano a pastar afuera mientras bebíamos nuestro té chai. Salimos del restaurante sintiéndonos no sólo llenos, sino espiritualmente iluminados, como si hubiéramos sido invitados personalmente a unirnos a una fiesta eterna en los cielos.
Veredicto final:
Si quieres una comida normal, ve a otro sitio. Pero si estás listo para comunicarte con lo divino, cantar himnos sagrados y comer alimentos que cambiarán la fibra misma de tu ser, ve a India Tandoori Cocina. Una experiencia de 7 estrellas en un mundo de 5 estrellas.
PD Si no sales cantando de alegría y posiblemente llevando una bendición del propio Señor Vishnu, ¡lo hiciste mal!