Cafeteria 1900 en Teruel

Comí muy bien con la familia y Fernando nos atendió de maravilla

Vinimos de paso en un viaje a Valencia desde Pamplona, con el tiempo justo, y tardaron hora y media en dos platos y los primeros, los segundos ya son caso aparte. El servicio discutiendo entre ellos, menos el camarero que nos atendió, que andaba super apurado por todo y demasiado exigido por la jefa.

Todo muy bueno y buen trato de fernando

El menú del día era muy bueno y abundante. Buen servicio.

Menú perfecto...deliciosos y abundante

Nos atendió Fernando, muy amable, el jamón delicioso y la tabla de quesos espectacular.

El mejor jamón de Teruel que probamos durante nuestra visita de varios días a la ciudad. El servicio dejaba que desear, pero no nos importó.

La comida muy buena, jamón cortado al momento con pan tostado riquísimo. La tabla de quesos también un acierto. Las croquetas dulces nos gustaron aunque es algo diferente. La atención de Fernando fue estupenda, muy amable y correcto en todo momento.

Una carta excepcional, todo muy rico y buena atención del personal.Si vienes a Teruel parada obligada.

Estuvimos celebrando este fin de semana un cumpleaños sorpresa, y todos los que asistimos quedamos gratamente sorprendidos de la comida y el trato. Habíamos reservado unos días antes, y nos ubicaron en el comedor que está en la planta baja, en la bodega. Muy acogedor y según dice la leyenda era el lugar donde realizaban sus encuentros furtivos los amantes de Teruel, conforme indican en un cartel ubicado ahí. La verdad es que es recomendable hacer una reserva previa ya que enseguida se llenaron los comedores del local de comensales. Respecto a la comida el menú tenía un precio razonable para ser fin de semana, y la comida más que abundante. Además se notaba que la comida era fresca y que no han utilizado un producto congelado o procesado. Los lomos de bacalao se deshacían en lascas, lo cual denotaba su frescura, las patatas fritas estaban cortadas a mano y no eran congeladas, los postres también se notaban que eran caseros, y las alubias codillo solomillos cremas y demás cosas que pedimos estaban muy ricos. Mención especial a Kaula, la camarera que nos atendió, muy amable atenta y servicial. El otro camarero, sólo sé que era venezolano, también era muy competente y atento La única pega, imagino que porque estaba el local lleno y era hora punta, es que el tiempo en servir los platos fue un poco largo. La verdad es que la comida hacía que mereciera la pena la espera, y que muy probablemente como he comentado, la demora se debiera a la gran afluencia de comensales que había en ese momento. Sin duda un lugar recomendable para comer en Teruel y seguramente en el que volveremos en próximas visitas.