Fui un viernes a la salida del cole y aquello era una locura de niños gritando, no controlan el tiempo de juego en la piscina de bolas, se mezclan niños muy grandes con muy pequeños, resultado: golpes, lloros....
he ido en varias ocasiones a desayunar y tanto el dulce como el salado buenísimo,el sábado pasado incluso tenían un cumpleaños y la presentación de las mesas de 10
la mejor forma de acabar una rica comida navideña ,con este tronco de trufa y nata ,para chuparse los dedos 😋
Muchos días que voy a recoger a mi nieta al colegio, pasamos a merendar a esta cafetería, ya que tiene una piscina de bolas y le gusta mucho.
Los chillidos de los niños, mientras juegan, a veces es un poco molesto, pero están es su edad y tienen que jugar.
Lo único que no encuentro bien es que la edad para jugar en la piscina de bolas, es de tres a ocho años y algunas veces hay niños/as que sobrepasan esa edad y los pequeños no pueden jugar.
Excelente experiencia. Los peques no han podido disfrutar más. Los mayores igual o más. Comida espectacular, pero saber después que todo es casero, impresionante.
Croissants largos muy top!