Café La Mar en Sant Llorenç des Cardassar

La ubicación es genial. Puedes relajarte con vistas al mar y a la playa. La cerveza de medio litro, 2,50 €, es barata y está buena. La pizza vegetariana estaba deliciosa. El servicio fue amable y rápido. Por desgracia, también hay aspectos negativos: de camino al baño, pasas por la barra sucia, llena de vasos sucios, botellas vacías y un montón de desorden. Los baños están sucios para los estándares actuales, y una vez sucios, es inaceptable. Estamos en Mallorca, no en Colombia. Si la situación continúa la próxima temporada, no volveré. El dueño se queda de brazos cruzados; debería limpiar los baños él mismo o cambiarlos.

Las porciones grandes se ven bien

La música está muy alta y el empleado no estaba dispuesto a cambiar esto.

La cerveza tiene una relación calidad-precio estupenda 😁 La recomiendo totalmente. Ahora mismo, una cerveza cuesta 2,50 € 🍺

Comimos muy bien aquí, y el precio era muy razonable considerando la ubicación y la calidad. Nos dieron una mesa encantadora en el paseo marítimo con vistas a la playa. Lo recomiendo muchísimo 👍🏼

los camareros muy simpáticos, pero no llegan a todas la mesas y va todo lento. El ambiente es guiri playero. La comida... para salir del paso

Ubicación genial, justo en el paseo marítimo. Muy recomendable: la sangría y el cava. Los camareros podrían ser un poco más atentos.

No, por desgracia no. Tiene muy buena pinta, pero la cocina es muy deficiente (esperamos una hora y media por tres platos sencillos) y hay plástico en la comida. Por desgracia, la estética elegante no lo es todo.

Solo hemos tomado café pero nos han atendido bien siempre.

No es una gran cafetería: pedimos mejillones, y aunque estaban ricos, estaban mal limpios y muchas conchas rotas, lo que hacía que comerlos fuera potencialmente peligroso. Las albóndigas se sirvieron frías dentro, y recalentarlas tardó unos 20 minutos, lo cual es totalmente inaceptable. Sin embargo, los nachos estaban bien. El baño necesitaría una reforma. También tardaron media hora en traer la cuenta, y solo después de que amenazamos con irnos sin pagar, finalmente la trajeron.