Café Bar Baraka en Antequera

La comida es fenomenal, muy buena de calidad y perfectamente presentada. Servicio amable y siempre con una sonrisa. Muy recomendable. Me quedé sorprendido

Enhorabuena me ha encantado vuestro servicio,comida exquisita,bravo por vosotros,gracias

Muy acertado el cambio de ubicacion porque han ganado en espacio y en posibilidades de cocina. Tamara es digna hija de su padre Paco, un referente en el servicio de salon en Antequera. Carta corta pero muy buena. Muy bien presentados los platos a pesar de que el local estaba lleno. Postres estupendos. Quizas les falta mas personal, una persona fija en barra poniendo las bebidas y las tapas. Muy recomendable

Pedí lagarto ibérico y lo recomiendo. Carne sabrosa y muy tierna. Servicio de camareros un poco torpe y lento.

Hemos tapeado en este restaurante y las tapas exquisitas, nos las han servido muy rápido y el servicio muy atento y amable por parte de las camareras que nos han atendido! Lo recomiendo 100%!!

Calidad y servicio muy bueno, repetiremos sin lugar a duda

Fui a cenar con amigos y el servicio estupendo y comida buenísima, sitio muy bonito con unos camareros muy simpáticos

Fuimos 6 amigos y pedimos dos raciones a compartir y un plato de carne para cada uno. Tamaño aceptable de las raciones y los patos principales bien de sabor. Muy rica la carrillada.

Nos ofrecieron su Pio de Otoño, un timbal de bacalao confitado a la naranja, con relish de aceitunas y una sopa tibia de mango. El pio es como una ensalada malagueña sin patata. Y además un surtido de croquetas que nos flipó, qué maravilla😍, de jamón, cocido, rulo de cabra, carabineros, carbonara y langostinos♥️. 💶💶 Muy buena relación calidad precio. 👩🏽‍🍳👨🏽‍🍳Gracias a Patricia y Tamara por su amabilidad y simpatía. 💚Baraka significa suerte, fortuna.

En un rincón de Antequera, de cuyos sabores no puedo olvidarme, descubrí un lugar llamado Baraka. Un espacio donde la cocina se convierte en poesía y donde cada plato, desde las croquetas variadas hasta los boquerones con sabor a mar, invita a quedarse. Cada bocado está tan lleno de autenticidad que uno puede imaginar a los ingredientes contándonos sus propias historias. Aquí el flamenquín es gigante y la calidad es tan palpable como la hospitalidad que se respira en cada rincón.