No se cómo los padres permiten ir a sus hijos solos a estos sitios, el otro día fui con mi familia y vi una batalla campal de hielos, una vergüenza, no por los trabajadores sino por los padres por no asegurarse el buen comportamiento de sus hijos
A la hora de comer, el sitio estaba muy limpio y los trabajadores fueron bastante agradables teniendo en cuenta el estrés de las Navidades y los fines de semana. Yo pedí un par de Crispy Chicken y estaba realmente buenas, muy crujientes. La verdad es que no tuve apenas que esperar para que me sirvieran. Pedí café también y no me esperaba que supiera tan bien asi que mi agradecimiento a la chavaluca que me lo sirvió.
Muy amable el personal, muy contenta con poder comer menú sin gluten! Amo las patas gajo y si lo pides directamente a los chicos, te las preparan, en las pantallas no se puede seleccionar. También tienen helados sin gluten ;)
Se olvidaron las patatas y al llamar dijeron que no volvían, pero devolvieron 4,2 euros, aunque no en mi tarjeta, sino en saldo para gastar en Just Eat. Un fastidio, porque quería el producto, no la devolución del dinero y menos, de esa forma