Burger King tiene algo que su rival no: las hamburguesas son más grandes, se notan más consistentes y llenan mejor. Eso se agradece cuando te pides una buena.
Ahora, las patatas... llegan mustias casi siempre. Pierden toda la gracia por el camino. Una pena, porque recién hechas molan, pero a domicilio no aguantan.
Punto positivo: la bebida viene embotellada. No te la mandan medio aguada en un vaso de cartón como otros. Eso suma.
Los precios me parecen algo excesivos, para una familia con un par de críos se dejan fácilmente 40/50€.
En general cumple bien, está rico, te quita el antojo pero hay detalles que podrían mejorar.
Con Burger King, no te equivocarás. Buena ubicación, baños limpios y un buen lugar para sentarse y relajarse, especialmente para los peregrinos hambrientos.
Servicio impecable por parte de sus componentes.
Hasta ahora siempre sin problemas con los pedidos no como en de la calle del Acero a la entrada de Avilés que son un desastre algunos.