Anoche, día 3 de noviembre, fui a cenar al local por necesidad, ya que salí de trabajar a las 22:00 y no podía estacionar, así que, me acerqué allí por comodidad, fácil estacionamiento y que ya eran las 23:00.
Pedí mi comida, se me sirvió en mostrador (los números de servicio a mesa se van a dormir a esas horas) y cuando recogía la bandeja, el dependiente, muy amablemente, me preguntó si me apetecía un helado, que me invitaba a cambio de una reseña positiva, le dije que no, me dijo que entonces, unas patatas, le dije que tampoco y pregunté, ¿café?, por darle algo de "esperanza".
Me dijo que sí, pero no lo tomé y sí escribo la reseña, está reseña.
Me parece lamentable que compren reseñas, más aún, que el propietario (porque es cosa de el) "fuerce" en modo alguno a los dependientes a qué lo soliciten.
Mal debe estar la cosa, pero así no se solucionan los problemas.
PD. Más de una persona, delante de mi, reseñó positivamente (no sé dónde) a cambio de unas patatas.