Bodegon Pachichi en Las Palmas de Gran Canaria

Mis amigos me llevaron y desde el primer día se convirtió en uno de mis lugares favoritos, calidad, precio, servicio y el ambiente espectacular.

El "dive" de culto en LP, ambiente retro y tapas buenísimas ‼️

Todo el mundo debería visitar este lugar al menos una vez.

Veloz. Rico. Buena onda los empleados.

Deliciosas tapas, gran servicio y un gran ambiente.

Un salón sencillo que sirve tapas y bebidas. Preciosas fotos antiguas adornan las paredes, casi como un viaje al pasado, a la antigua Gran Canaria. Las tapas están deliciosas y hay una buena selección. Pachichi es muy popular entre locales y turistas, por lo que es imprescindible reservar.

Me encanta, es un bar típico y barato

Fantástico: tiene un sabor increíble y sin duda es algo para quienes quieren comer comida auténtica 💯

Es un bodegón de los de antes, con carta corta y sin florituras. Tapas clásicas y muy ricas. Sobresaliente el tomate aliñado, el almogrote y el mojo. Recomendable reservar. No sé si se puede pedir la mesa junto a la puerta, pero fue la que tuvimos nosotros y estuvimos muy tranquilos y sin nada de calor. En el interior puede resultar bastante ruidoso y caluroso. Mención aparte para las camareras: súper amables todas a pesar de que no tienen un momento para parar y súper eficientes.

Hace 11 años que conocí el Pachichi y tras todos estos años, he ido bastantes veces a tomar algo con amigos. Es verdad que ya no es lo que era. Ahora es un sitio más popular y está siempre llenísimo de gente, con lista de espera para poder sentarse. Demasiado ruidoso. Aún así, es un negocio muy bien pensado. Pocos platos de comida, rápidos de hacer y que a la gente gusta. Siempre hablamos del la boca de dragón que te deja el mojo de allí, que es picón, picón. No es de los mejores que he probado pero tiene un yo que sé que qué sé yo. Engancha. Las camareras van a tope. No paran de trabajar debido a la cantidad de clientes que hay, cosa que quiero pensar que les hace ser algo más bordes de lo que me gustaría, debido al estrés. Sí que, de las 2 o 3 que nos fueron atendiendo en barra, había una camarera que es nueva, que llevaba un par de días trabajando ahí cuando nosotros fuimos (en julio) que, a pesar de ir a tope siempre tenía unos segundos al atendernos para tener una muestra de simpatía, decirnos alguna broma rápida y hacernos reír. ¡Qué agradable! El lugar es digno de ver y los precios están bien. Las copas también están baratas y te echan bastante cantidad. Pachichi, lugar de encuentro...