Local con encanto retro ambientada en tabernas antiguas. Local muy amplio y una gran terraza. Dispone de aparcamiento privado y gratuito. El personal muy agradable y eficiente. La comida excelente con productos de 1 calidad.
Bodega muy de toda la vida, donde puedes degustar sus especialidades croquetas caseras hechas por la dueña, chuletas de cordero, coquinas....y sobre todo el postre rey LA TORRIJA , como dicen mis amigas de estrella Michelin.
Llegamos y no había sitio porque estaba todo reservado, gracias a un camarero veterano y a una chica de la barra nos buscaron una mesa al poco. La comida es buena y casera
Bodega sin pretensiones con una buena relación calidad-precio. La atención es profesional, amable y eficiente. La carta es amplia y se adapta a todos los gustos, teniendo en cuenta que es comida tradicional. Salón amplio y adecuado para ir con niños.