Bodega Dolores en Isla Cristina

Uno de los mejores que he encontrado a un precio razonable.

Sitio precioso y típico con comida de lujo y atencion amable, muy recomendable

Nos gustó mucho la comida, todo muy fresco y rico Hemos pedido bacalao, atún y calamares de campo y nos ha sorprendido el sabor,

Recomiendo el arroz nosotros lo encargamos el día antes y también reservamos la mesa con antelación,el arroz espectacular era para dos y la cantidad bastante generosa da para repetir un par de veces,los chocos y los boquerones buenísimos. Atención muy buena. Es la segunda vez que vamos,el año pasado fue la primera y probamos atún y las sardinas que están hechas a la brasa una maravilla.

Este verano han estado desbordados, por lo menos los días que yo fui

Un lugar especial una pena que Dolores quiera dejarlo ya el próximo año, aunque eso lo lleva diciendo ya algunos años,

Vamos todos los años porque nos lleva nuestro amigo Emilio de Badajoz. Me encanta este restaurante su calle de pueblo, la calidad de los platos y sus productos. Una pega, hay que reservar y reservar el pescado si quieres algo especial porque se acaba pronto!!

Fuímos a comer guiados por las reseñas y no nos terminó de gustar. Primero de todo el arroz era por encargo, y como explicación nos dieron que si no es así, no tienen el fumé preparado etc. Me parece de tener poca gestión, que un sitio de comidas, entre ellas, arroces, no puedan improvisar este tipo de platos (había que encargarlo el día de antes). Los calamares de campo estaban buenos y ya la media racion era abundante. Los boquerones y gambas también muy ricos. La albóndigas de choco normales y plato escaso. El servicio algo deficiente, tardaron en tomarnos nota, a pesar de que no estaba lleno el sitio. Pedimos un tomate aliñado que se olvidaron, y cuando lo reclamamos tardaron en servir. Las gambas tenían que cocerlas, con lo cual fué el último plato en salir (era como si cocinaran sobre la marcha y no quisieran tener excedente de nada). Son detalles que para mi gusto, marcan la diferencia. Lola estaba en todo momento pendiente de todo, pero los camareros siento decir, que no estaban a su altura.

Tienen el pescado de primera, fresco y muy bien hecho.

Recibimos y servicio muy simpático. En una calle tranquila.