Bodega 1860 en Sant Cugat del Vallès

Cuesta un poco pillar mesa pero la espera vale la pena. Personal algo estresado y algo desganado, pero no todos. También se entiende porque se ve que no paran. Carta con bastante oferta de platos, y bebidas, tanto vinos como cervezas. Que se agradece salir de la rutina de pedir siempre la caña de rigor, que por cierto no estaba muy allá, según mi gusto personal. Recomiendo pedir botellines o un buen vino, o refresco. El entorno muy bonito y espacioso.

Super buen trato de los camareros, llegamos sin reserva siendo 8 y mientras esperábamos nos sacaron una caña. Súper buena atención y recomendanoos para repetiirrrr!!!!😊😊

Acogedora cafetería en el centro de Sant Cugat, buena comida y servicio amable.

Gracias al gran esfuerzo de los camareros, siempre conseguimos mesa en terraza. Nos acomodamos y la comida nunca tarda en llegar. El tapeo más recomendable y variado que tengo a mano de casa. El lugar es inmejorable.

La comida es correcta en cantidad y calidad, también está a precio de mercado. El servicio atento y amable. Sólo encuentro un defecto fácil de solucionar: el aire acondicionado no funciona o no da lo suficiente como para que la velada sea perfecta. Unos simples ventiladores mejoraría mucho .

Buen local donde comer y cenar en sant cugat de valles en el centro histórico.Tiene terraza y salones interiores donde tener un poco mas de privacidad. Relación calidad precio aceptable.

Bastante bien, algunos platos muy bien otros muy flojos.

Restaurante muy concurrido, con mesas al aire libre y unas vistas espectaculares del monasterio de Sant Cugat. El servicio fue amable, aunque un poco lento debido a la cantidad de clientes a la hora de la cena.

Un lugar donde se come muy bien. Hoy nos han atendido a Jorge y Moaad. Hemos comido cigalas, zamburinyes, etc. Jessi y todo el resto del equipo, entrañables y el mejor Profesinales. Recomendable.

Ayer estuve cenando unas tapas ahí, estábamos cómodos en el patio, donde además pudimos ver el partido de futbol. La comida como siempre excelente y la cerveza fresquita. Y el servicio lo salvaron Jorge sobretodo, pero también Gisela, ya que fueron ellos los que se acordaron de que había clientes en el patio. Todos los camareros deberían ser como estos dos, y hubiesen puesto una quinta estrella en mi reseña.