Blarney Stone – S'irlandès en Ciutadella de Menorca

Literalmente, EL único bar abierto a 20 minutos a pie, cerca de Cala Santandria, Menorca. Sólo 4 personas entraron en un día muy lluvioso de abril. Dicho esto, el as estaba limpio y el personal era profesional. Parecía ser un bar muy bien llevado.

HERMOSA Ubicación. Comida y bebidas Bueno, pero un poco caro. Gran lugar para ver el atardecer.

Fuimos allí 2 noches seguidas. Muy buena ubicación con una vista magnífica. Comimos muy bien. Las hamburguesas son espectaculares y abundantes. Servidores muy amigables. Por hacer.

6€ una Paulaner, considero que su precio es excesivo. El sitio, muy recomendable para ver la puesta de sol y estar en la terraza.

Para tomar algo está bien, cerca del mar, con terraza exterior, da igual si un café o una pinta de cerveza.

El lugar tiene una vista preciosa, pero nuestra experiencia fue escasa. Pedimos unas rabas (calamares rebozados) y unas cervezas. Las rabas eran muy pocas y la verdad nada baratas; además de haber llegado tibias y poco crujientes por fuera. Las cervezas tiradas con gusto a poco. Fue más la foto que la experiencia. Espero que el resto de la comida no sea así.

Fuimos allí a tomar una copa mientras veíamos el atardecer. Terraza rápidamente ocupada. Al pagar, se agregaron dos bebidas a nuestra factura. No hay menús de bebidas, sólo comidas, recuerda consultar.

Recomendable al 100%. Se come muy bien y un personal muy atento y profesional, sobre todo Daniel. Volveremos a ir sin duda. Y si me lees, no lo dudes!! Seguir así!!

Tuvimos suerte de ir a ese local. Era tarde y nos sirvieron comida. La hamburguesa estaba muy buena y el saque muy amable. Pude beber una buena pinta de Guinness. Buena música de ambiente.

Nunca imaginé ir a pasear a una urbanización, ni comer en un pub irlandés en Menorca, pero ... queríamos visitar la cueva del agua, y no fue posible. Ya que estábamos aparcados, dimos una vuelta, por curiosidad. Nos enganchó la lluvia y entramos en el "Blarney Stone". Flipamos con el servicio. Y la comida... ¡alucinante! ¡Todo era buenísimo! El pan de cristal con tomate, las gambas con bacon, los calamares a la andaluza, las croquetas caseras,... y el pudín de ensaimada... ¡delicioso! Una de esas cosas que, si no lo veo, no me lo creo.