Berlín 1989 en Mérida

Sitio moderno, original,con sillas cómodas y con una comida ESPECTACULAR. Probamos los huevos Japo, las alcachofas y los camarones con diferentes surtidos y todo riquísimo. Las trabajadoras son amables, rápidas y eficientes. Estuvimos dentro comiendo. El baño está limpio y es muy top su deco. ♿ Tiene un escalón, no sé si tiene otra entrada directa porque fuimos por la terraza. Baño dentro sin escaleras. Sin duda volveremos, lo recomendaré desde Asturias. 🏳️‍🌈🎈

Un lugar para volver!! Genial para hacer una parada, ya que te desvías muy poco de la autovía. Un trato estupendo..

Me recomendaron ir a este restaurante y acertaron de pleno,ya es la cuarta vez que voy. Excelente atención. Rapidez en el servicio La decoración del restaurante, original y muy artística. Carta amplia con propuestas innovadoras. Calidad de los productos Precio contenido Ambiente familiar Recomendable 100% Aconsejable reservar.

Un sitio espectacular, tanto por la ambientación, el servicio y la explosión de sabores. Enhorabuena

Un restaurante diferente. Es un museo de arte contemporáneo en sí mismo. Original, disruptivo, divertido. Además, la comida está exquisita, y cuenta con opciones clásicas y modernas. Excepcional

Es imposible decir nada malo, la muchacha que nos atendió no podía ser más eficaz y simpática, nos trató de 10. Y en cuanto a la comida... Por favor no dejéis de probar los huevos Japo. ¡Una fantasía!

Comida buena y abundante, bien asesorados por la camarera,para repetir...!

Berlin 1989 en Mérida es un lugar con mucho encanto y personalidad, situado en una zona residencial fuera del casco antiguo, lo que lo hace aún más especial. El local es muy peculiar: lleno de cuadros, detalles originales y hasta máquinas de coser que le dan un aire único y diferente. El servicio fue excelente, cercano y amable. Disfrutamos de unas cañas bien frías acompañadas de tapas realmente deliciosas. Cada bocado fue una grata sorpresa, saboreando esas pequeñas maravillas que hacen que uno quiera volver. Un sitio muy recomendable para quienes buscan buena comida en un ambiente auténtico, distinto y lleno de carácter.

Este restaurante-bar lo podemos llamar es un restaurante con mucha calidad tanto en servicio como en comida y sinceramente es una cosa que valoro mucho. Mi padre es intolerante a la lactosa y pudo comer allí sin problema. Sinceramente este restaurante está adaptado para todas lass personas y el servicio y la comida perfectos.

Iba con muy buenas referencias del establecimiento y se confirmaron de pleno y desde el primer minuto. Una especie de cocina local con toque oriental muy sabrosa y original. Pedimos huevos japos, pluma ibérica, lagrimitas de pollo, tacos, croquetas de bacalao, varias tartas y nada defraudó lo más mínimo. Precio muy correcto, ambiente y atención de todo el personal excelente. Sin duda volveremos, porque los sitios así escasean cada vez más.