El mundo es de los aventureros. Sal de la autopista y para en Arakil a comer.
Entra en casa Txomin y deja que Helena y Patxi te cuiden. Come bien, todo lo que quieras y charla con esta buena gente. Es imprescindible.
Una experiencia digna de repetir. Me ha recordado a la casa familiar del pueblo con su comida y su trato.
Comida casera de las que no te quedaras con hambre. Sabores auténticos y mucha materia prima de autoproducción. Genial.
Comida casera y trato amable. Los garbanzos con hongos y chorizo buenísimos. Chistorra hecha por los dueños exquisita, huevos caseros y membrillo casero. Un lujo poder comer así hoy en día
La comida casera, producto de proximidad y otros productos que no lo son previo aviso de la sr. Elena.
Relación calidad-precio muy buena.
La sra Elena te da todo tipo de explicación de la comida es muy atenta.
No se puede pagar con tarjeta, sólo efectivo.