Hemos llegado de casualidad volviendo desde Huesca. Solo por la simpatía de Elena ya mereció la pena. Por supuesto la comida es fantástica y casera. Y te sientes como en casa, que más se puede pedir?
Una comida de 10. Fuimos por las buenas reseñas y no nos decepcionó. Un trato excelente, comida casera de la que ya queda poca, cantidades más que abundantes y producto de calidad. Incluso nos pudimos llevar lo que nos sobró en un tupper. Deliciosos los garbanzos con setas y chorizo. Totalmente recomendable!
Fuimos guiados por los comentarios y ha sido todo un acierto. Un mesón con encanto, comida casera de la que ya cuesta encontrar, elaborada con mucho mimo. Hay que ir con hambre porque las raciones son muy abundantes. Pedimos el menú del día: espectaculares las alubias y los garbanzos y los huevos caseros con chistorra de elaboración propia ya es un espectáculo. Y qué postres!!! Elena, un encanto. Si son 42 años los que lleva regentando esta casa de comidas....por algo será... Un negocio familiar cuidado a mimo. Sin duda volveremos . Vivan los lugares así. Gracias 😊.
Recuerdos de Elena y Jose.
Un bocata de una barra para dos que estaba riquísimo, la gente muy maja y todo perfecto la verdad. Bajamos de la montaña hambrientos y sedientos y nos revivió.♥️
El lugar tiene un encanto muy auténtico y la comida es totalmente casera. Pedimos espárragos, croquetas y garbanzos como entrantes, y de segundo, chistorra. Las raciones eran generosas y la calidad excelente. Además, pude llevar a mi perro sin ningún problema, lo cual se agradece. La dueña del restaurante es encantadora. Sin duda, repetiremos.