Entramos a tomar algo mientras esperabamos para cenar. El local esta decorado muy bonito y aunque estábamos solos creo que tiene potencial de ambiente. El chico que nos atendió muy amable.
Es un sitio como para quedar con amigos y charlar, hay mesas, sillones sofás el problema es que la música suena fatal y está muy alta. Si la decoración es muy bonita el local también porque es de piedra con ventanales y lo más agradable es el camarero. Estuvimos un ratito pero como queríamos hablar y no podíamos nos estábamos quedando fónicos. Así que nos fuimos. Y ya está