Bar Santiago en Sevilla

Francisco fue genial y nos recomendó muchos platos asequibles y deliciosos. Recomiendo su visita al 100%.

Tras 5 días buscando recomendaciones en Google Maps y redes sociales, había probado muchos de los restaurantes más populares de Sevilla. Pero la mejor comida de todo mi viaje la encontré en un lugar que encontré por casualidad en mi última noche: el Bar Santiago. No es un restaurante elegante ni de alta gama con un servicio caro. Es algo mucho mejor. La comida aquí es pura, auténtica y llena de alma, recordándome a los platos reconfortantes que preparaba mi abuelo. Cocina sevillana casera en su máxima expresión. Mientras que en otros sitios parecía que estaban dirigidos a turistas, en el Bar Santiago me sentí como en casa de una familia local. El dueño estaba en la cocina, preparando los platos con un cuidado que no se encuentra en lugares más concurridos. No fue solo una comida; fue una experiencia de auténtica hospitalidad española. Cada bocado estaba repleto de auténtico sabor tradicional. Lo único que lamento es haber encontrado este increíble lugar en mi última noche en Sevilla. Si viviera aquí, sería un cliente habitual, volviendo varias veces por semana. Olvídate de las trampas para turistas: si quieres saborear la auténtica Sevilla, tienes que venir al Bar Santiago.

muy buena atención y muy buen desayuno

Excelente relación calidad-precio, todo está buenísimo, buen servicio. Bar de barrio frecuentado por gente local.

Bar Santiago clásico bar de comidas, tapas y copas, con ambiente de amigos, buena cocina y cerveza y vinos. Relación calidad precio muy bueno

Busqué en Google y descubrí que cerraba a las 22:30. Cuando llegamos a las 20:00, nos dijeron que cerraba y que no estaba abierto.

Hemos estado dos veces ya en este bar y todo fenomenal, muy buen trato, desayunos estupendos y la comida casera. La señora que atiende es encantadora, volveremos

Bonito y pequeño bar. Leo muchos comentarios de gente a la que las raciones les parecen pequeñitas... sí... ¡se llama tapas! ¡¡Pero los precios van con ello!! ¡Plato pequeño = precio pequeño! Además, estos cafés de tapas a menudo no sirven platos ni café de verdad, ¡son bares de aperitivos! ¡La idea es pedir muchos platos pequeños y merendar! Tienes que probar las espinacas con garbanzos y el gazpacho local. El personal es muy amable, la ubicación es céntrica y bien situada con una terraza al aire libre. Frecuentado por locales a pesar de la zona turística.

Excelente. Nos atendieron rápido y muy bien. La ración de croquetas está a buen precio y es generosa. Además trae papas de bolsa para acompañar. Las pedí de jamón y estaba muy buenas. Solo con eso ya quedé más que satisfecho.

Restaurante tradicional familiar dónde las tapas están bastante buenas y un precio muy asequible