Un bar para picotear con unas vistas agradables.
Como persona intolerante al gluten no probé nada, pero sí lo hicieron las personas que me acompañaban, disfrutaron de todo un poco y no oí ninguna queja.
Nota: la hora del picoteo es un caos, no se recomienda si tienes problemas de ansiedad social y derivados, ya que hay muchos bares juntos y se acumula un montón de gente y ruido.
El bar es normal pero realmente las estrellas se las llevó el camarero que se llama fabricio… excelente servicio de ese chico se encargo de que los combianos estuvieras perfectos y los cubatas deliciosos… un 10 de 10 por el… súper recomendado.. si van allá pregúntelo se encargarán que se tengan la mejor atención de todas.