Bar Restaurante Los Herreros en Galende

Fuimos casi de casualidad. Para se un menú, de entrada puede parecer caro, pero en cuanto miras la carta y el producto te das cuenta de por qué. La comida estaba muy buena y las cantidades eran generosas. Terminamos muy satisfechos y la camarera que nos atendió fue muy amable. La torrija de postre fue un acierto. Si vuelvo a la zona repetiría.

Hemos pedido menú del día y todo ha estado muy sabroso. Totalmente recomendable.

Toda la comida que hemos probado estaba buenísima, a destacar las mollejas con boletus y la torrija con helado. El servicio es super atento y muy familiar. Sin duda repetiremos

Muy buena comida , abundante y casera y muy buen trato.

Sirven muy buenos desayunos,son muy atentos con los clientes y los precios son moderados.

Me ha encantado se come muy bien. La camarera supermaja nos ha recomendado filete de ciervo buenísimo y luego hemos pedido también pulpo y zamburiñas excepcional. 👍✌️👌🤗

La comida estaba muy buena, hemos comido menú del día. Un trato muy amable, hemos ido a comer, con dos perritos, muy recomendable por supuesto, les han sacado agua fresquita para ellos y también les ha dado el camarero un poquito de comida. Repetiría sin duda. La terraza es muy acogedora.

Nos dieron de comer aunque llegamos pasadas las 15h Comida bien y trato correcto. Algo de calor ya que no tenían el aire acondicionado puesto.

Estuve en el restaurante Los Herreros, en la primavera de 2024, y salí encantado. Mientras me preparaban la mesa, me acerqué a la barra y vi el tapero, que tenía muy buena pinta. Me pedí una clara y una tapa de morcilla de Zamora que me gustó mucho. No conocía esa variedad y me pareció muy interesante. Una vez sentado en la terraza, tomé un primero de arroz con bogavante. Estaba realmente bueno: el arroz en su punto, nada pasado, y los trozos de bogavante se notaban de verdad, no era solo para dar sabor. Después vino un entrecot, muy tierno y sabroso, acompañado de ensalada y patatas fritas. Estas últimas, a mi parecer, eran congeladas, lo cual es lo único que consideraría mejorable. Pero, siendo sincero, estaba todo tan bueno que no quedó nada en el plato. Hubo un momento simpático con el vino. Como tenía que conducir, le pedí al camarero un poco de vino con gaseosa, y le dije que no hacía falta abrir una botella nueva, que si tenía una empezada me valía. Me trajo una botella abierta de Azpilicueta Crianza 2019, un vino estupendo. Al verla, me dio pena rebajarlo con gaseosa, así que se la devolví sin abrir y le dije que ya me moderaría con el vino, pero que no podía cometer ese sacrilegio. El camarero entendió el gesto y compartimos una mirada cómplice muy agradable. En resumen: comida casera, bien hecha, trato cercano y ambiente relajado. ¿El precio? 26 euros, y valió hasta el último céntimo.

Fuimos a este restaurante y la experiencia fue muy buena. Tanto el dueño como la camarera fueron encantadores y nos atendieron genial. Todos los primeros y segundos platos tenían una pinta excelente, costó decidirse. Yo me decanté por las mollejas con boletus que estaban deliciosas y elegí el secreto con foie, porque me encanta el foie, pero en este caso no mereció mucho la pena: el foie era más bien tipo foie gras o paté, y no el foie auténtico que esperaba. Aun así, la comida en general promete mucho y sin duda volveré para probar otras opciones del menú. Lo recomiendo totalmente oor eso le doy las 5 *