Entrantes buenísimos, muy bien pensados y originales, más allá de los entrantes típicos. A destacar las croquetas, las hacen extremadamente cremosas y sabrosas (de quisquilla, de buey...), las gyozas también espectaculares.
He ido dos veces y las dos veces he pedido arroz meloso, una de secreto y otra de gamba y rape; muy muy ricos los dos y con raciones generosas.
Los postres también son muy buenos y algo diferentes, como un flan de Bailey's o el tiramisú, todo hecho allí.
Pero lo que me gustaría destacar es el trato EXCEPCIONAL, del personal y del dueño. Camareros simpáticos y atentos, así como el propietario, dispuesto a ayudar con cualquier cosa.
El precio es fantástico, las bebidas van aparte pero con todo (entrantes, principal, bebida, postre y café) sales por menos de 25€ por persona (entre semana es más barato todavía).
Sin duda volveré muchas veces y ya tengo un sitio de referencia al que llevar a comer a la familia y amigos cuando vengan de visita.