Bar restaurante Casa Matilde en A Coruña

Comida de domingo perfecta! No pudimos escoger mejor,la calidad de la comida es increíble,y nos hicieron sentir como si estuviéramos en casa,tanto por el sabor casero de la comida como por el trato. Sin duda volveremos a vernos,muchas gracias!!!!

Quedamos encantados. Fuimos a comer el sábado y estaba todo buenísimo. Ponen buena cantidad y el trato es muy cercano. Sin dudarlo volveremos

Comida casera y buenísima. También es muy recomendable para tomar el aperitivo con sus deliciosos callos.

Desde los primeros callos que comí ya sabia que todo lo demás estaría exquisito y así ha sido !!! Un lugar muy acogedor !!

Primeramente destacar la atención de Victor, su local y restaurante en muy buenas condiciones, se siente uno como en casa, la comida espectacular, los mejillones en escabeche, las croquetas, los boquerones, el caldo, para rematar los callos ufff que bendición de Dios por favor, sin olvidar el café con la leche transparente jeje 😅, les recomiendo si pasan por A Coruña venir a comer dónde Victor.

Victor.. gracias por todo , mejor imposible , de Virgilio

Todo estuvo muy bien, desde la comida hasta el servicio de primera. Impecable 👍

Espectacular. Todas las elaboraciones riquísimas. Era la primera ocasión en la que íbamos pero el trato que da Víctor te hace sentirte como si fueras de la casa.e la El único pero..... Qué desde Valencia me pilla un pelín lejos sino iría muy a menudo.

Lo mejor de la Coruña en calidad en todos los sentidos. En mi última visita a A Coruña descubrí un rincón que se quedó grabado en mi memoria (y en mi paladar): Casa Matilde. Allí me comí el que, sin exagerar, ha sido el mejor bocata de toda la ciudad: pan crujiente, huevos fritos en su punto, chorizo jugoso y con ese toque casero que solo una cocina con cariño sabe dar. No es solo comer, es vivir una experiencia que te hace cerrar los ojos y sonreír con cada bocado. Si vas a A Coruña y no pasas por Casa Matilde, te estás perdiendo un pedazo del paraíso en forma de bocata.

Si vas a A Coruña, apúntate este nombre: Casa Matilde. Yo caí allí casi por casualidad y salí con una sonrisa y el estómago más feliz que nunca. Me pedí un bocata de huevos fritos con chorizo y… madre mía. El pan, perfecto; los huevos, de esos que la yema se funde con cada mordisco; el chorizo, con ese sabor auténtico que te hace decir “¡esto sí que es comer!”. No es un simple bocata, es el bocata que te hará volver a la ciudad solo por repetir.