Bar Restaurante Casa Carlos en Monreal del Llano

Anoche tuvimos una experiencia increíble en este encantador bar/restaurante. Los anfitriones fueron muy acogedores y la decoración tan única. El vino de Ribera del Duero fue excepcional, al igual que los diversos platos con ingredientes locales. (El bar siempre está disponible, pero es necesario llamar para concertar una mesa en el restaurante).

Espectacular... la comida sensacional...las gachas, las setas.... ¡que pan!!... todo muy muy rico.... pero el cariño que ponen Carlos y Elida supera todo..... una experiencia sensacional.... sólo puedo decir que volveré

Escándalo es un Escándalo..!!! , Espectacular, una experiencia inolvidable, donde se conjugan profesionalidad, buen hacer, buen gusto, amabilidad y hospitabilidad. Muchas Gracias, Elida, Carlos y Pablo por como nos hicisteis sentir y como nos tratasteis. ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

Desde el momento en que cruzas la puerta de Casa Carlos, te recibe una atmósfera acogedora y amigable que te hace sentir como en casa. Elida, la talentosa chef y esposa de Carlos, se encarga de deleitar a los comensales con una variedad de platos preparados con esmero y dedicación, utilizando ingredientes frescos y locales que resaltan los sabores auténticos de la cocina. Carlos, el anfitrión por excelencia, es una persona cálida y generosa que se asegura de que cada visitante se sienta bienvenido y atendido. Su pasión por ofrecer un servicio cercano y personalizado se refleja en cada detalle, desde la sonrisa con la que te recibe hasta la atención que presta a tus necesidades durante tu visita. El ambiente de Casa Carlos es insuperable, creando un espacio ideal para disfrutar de una comida relajada con amigos y familiares. Las risas y conversaciones fluyen libremente, mientras se saborean los exquisitos platos que Elida prepara con tanto cariño. También destacar la presencia de sus hijos Paula y Pablo que son unas personas encantadoras y que te atienden de la misma forma y ganas que lo hace su padre. Como diría el dicho de tal palo tal astilla. En resumen, Casa Carlos no es solo un lugar para comer, sino una experiencia culinaria y social que deja una impresión duradera. Sin duda, es un restaurante que invita a volver una y otra vez para disfrutar del buen ambiente, la deliciosa comida y, sobre todo, la calidez humana que Carlos y Elida brindan a cada uno de sus visitantes. Me atrevería a decir que es el mejor de la zona, eso sí, conlleva reservar y sobre todo venir con ganas de comer porque los platos son contundentes!

Nos ha encantado. La comida, la atención… Carlos es un anfitrión inmejorable. Volveremos pronto

Lo hemos pasado genial! La comida riquísima y súper agradables. Recomendadísimo!

Una experiencia inolvidable, la comida deliciosa y casera de buen gusto preparación, algo diferente que hemos probado. Estuvimos de camino y mi marido me llevó por sorpresa. En general hay que reservar. Este sitio es exquisito con ambiente amable, atento y servicio a 5 +

Excelente. No se le puede poner ningún pero. Comida preparada a demanda. Relación calidad precio inmejorable. Muy buen trato. Por cierto, el viernes está abierto a mediodía, aunque Google pone que abre a las 19h.

Una experiencia increíble!! Si buscáis un restaurante bueno y casero por la zona no dudéis en acercaros a Casa Carlos. Lo que han conseguido no tiene mérito! No puedo dedicarle una mala palabra, como buen restaurante en lo primero que te basas es en la cocina, y en este caso la palabra que la define es deliciosa, con la buena materia prima que utilizan y con en arte de Elida a los fogones crean verdaderas exquisiteces, platos típicos pero con toques diferentes que te hacen disfrutar con cada bocado. Además, la atención recibida por Carlos, Benito, Pablo y Paula no se queda corta, ya que explican cada plato al detalle y hacen que el trabajo de Elida se incremente estando pendientes de que no falte de nada. Y qué decir del ambiente, Casa Carlos te acoge en el salón de su casa y eso, es tan personal, que hace que la experiencia sea perfecta

Un placer comer en casa de nuestro amigo Carlos. Todo un descubrimiento de los que se recuerdan como algo único. Volveremos. Enhorabuena.