Un sitio ideal para comer en carretera. La comida genial, raciones y bocatas. El servicio rápido.
Todo lo que uno busca cuando viajas y hay que parar a reponer fuerzas.
El surtidor está abierto las 24 horas, el parque está iluminado y hay una patrulla policial por la noche. Sin embargo, me pareció muy caro: 3 euros por ducha, el baño no estaba limpio, hay que sujetar la ducha y el desagüe estaba atascado.