16/07/2025: Hola.
Hace 16 años (sí, dieciséis, con todas sus letras y arrugas) fuimos a comer al mítico Foster’s Hollywood. Era otra época: aún existía el iPod, Shakira no sospechaba lo de Piqué, y nosotros teníamos metabolismo.
En esa mágica velada, entre costillas y calorías, se nos acercó un joven camarero con una sonrisa tan brillante que necesitábamos gafas de sol para mirarlo. Llevaba brackets, probablemente instalados por la NASA, y nos dijo con voz angelical:
—¿Queréis ser Fosterianos?
Nos miramos. Mi mujer y yo. Fue uno de esos momentos de pareja donde no hacen falta palabras: un simple asentir de cabeza selló el pacto.
Nos entregaron un formulario. No dejamos ni una sola casilla sin completar. Nombre, apellidos, sueños, grupo sanguíneo, posición favorita al dormir... hasta pusimos a qué edad aprendimos a montar en bici. Lo entregamos con emoción, con la ilusión de dos adultos que aún creen en la magia de la cadena de restaurantes temática.
Desde entonces han pasado 16 años.
Seis mil días.
Más de catorce mil comidas.
Tres mudanzas.
Dos crisis existenciales.
Y cero correos confirmando que somos oficialmente Fosterianos. Ni uno. Ni siquiera un triste "Gracias por intentarlo".
Nos han enviado más mails los nigerianos esos que prometen herencias millonarias.
Cada noche, mi mujer y yo nos miramos mientras apagamos la luz, con la esperanza intacta:
—¿Será mañana el día?
—Quizás revisaron mal el formulario…
—Tal vez se cayó en spam…
—¿Y si el chico de los brackets solo era un infiltrado de VIPS?
Pero seguimos esperando. Como quien espera la segunda temporada de una serie que Netflix canceló sin avisar.
Así que nada, solo quería contarles que seguimos aquí, firmes, fieles, con la fe Fosteriana más viva que nunca.
Aunque, si les soy sincero… ya empezamos a mirar con cariño el menú del Tony Roma’s.
Con amor, nostalgia y hambre de reconocimiento,
Una pareja ignorada por el sistema Fosteriano desde 2009.
Un saludo y que jamás se pierda la Esperanza
14/07/2025: La experiencia en el foster Hollywood fue muy agradable nos atendió Nacho un camarero muy majo y atento,nos preguntaba si necesitábamos algo y atento a rellenar las bebidas,la comida deliciosa y el ambiente muy bueno y agradable .10/10