Bar Otro nivel en Sevilla

Me a encantado todo lo que hemos pedido,la presentación de los platos y los contraste de sabores en una palabra !!!ESPECTACULAR!!! !!VOLVEREMOS!!!

El hecho de que sea autoservicio es bastante incómodo, porque tienes que estar pendiente de que te llamen desde la barra para que recojas los platos. Además, tardan mucho tiempo en hacer los platos, y eso que cuando fuimos el bar no estaba completamente lleno. Es una pena, porque me gusta el concepto que tienen de dividir la comida por niveles, y los platos están buenos.

La comida muy buena, la atención genial, pero más de una hora esperando la cena. No puede ser que una noche de sábado, sólo este un camarero, uno en cocina y otra en barra. Si coges fama por redes sociales tienes que ser consecuente a qué va a ir más gente y poner más personal.

La comida es espectacular, las croquetas gourmet son cremosas y se notan que son caseras. El resto de platos que pedimos fueron geniales, tanto el choco a la plancha, que se notaba fresco como la ensaladilla de pulpo. A destacar el serranito y el bocadillo otro nivel, que son brutales.

Vi un vídeo sobre este lugar y sus tapas y decidí ir a probarlo con unos amigos, las tapas muy buenas, probamos lagrimitas con carbonara y huevo, ensaladilla, pan bao de carrillada, lagartito, croquetas y gofre de tartar de atún, estaba todo muy rico, bien elaborado y presentado. (El gofre era la mitad del tamaño de un gofre normal, bastante pequeño). Y no pusieron pan que era indispensable para el huevo frito. Tampoco tenían postre. Están escasos de personal, había q pedir en una ventana, se formaban colas, tampoco sirven la comida a la mesa, había que recogerla y pasaban muy de vez en cuando a recoger vasos y platos. La camarera era muy agradable. Esta fue nuestra experiencia.

Los bares como Otro Nivel son el alma del barrio. Son trincheras cotidianas donde la hospitalidad se convierte en resistencia, y donde el trabajo de un equipo, transforma lo ordinario en vínculo. Cocina casera con alma de esquina en Pino Montano.

Primera visita a este nuevo rincón en pinomontano, todos los platos y tapas combinan sabores tradicionales con una amplia gama gastronómica innovadora. Un bar "de barrio" que ofrece algo diferente. Recomendado, volveremos.

La comida y el sitio bien pero tienen el horario mal tanto en la puerta como en Maps y me han aceptado una reserva estando cerrados.

Tapas creativas y muy ricas, con un precio acorde a su calidad. Ambiente familiar de barrio. Un servicio eficaz y muy agradable. Merece la pena.