BAR L'ERA - Arroz al Horno en Beniardá

Perfecto para ir a ver un precioso paisaje de montaña y sentarte a disfrutar de la paz y belleza de la montaña.

Un rincón imprescindible en Beniardà. El Bar L’Era, con Óscar al mando, es una joya tanto por su ambiente como por su cocina. Las tapas son simplemente espectaculares, de esas que te hacen volver solo por probarlas una vez más. Pero lo que realmente lo hace especial es la vista al pantano de Guadalest: increíblemente bonita, perfecta para relajarse mientras disfrutas de una buena comida. Trato cercano, calidad en cada plato y un entorno único. ¡Totalmente recomendable!

La comida muy buena por un muy buen precio, el servicio de 10 y las vistas mejores aún! Volveremos seguro

Muy bien recibidos por Oscar. Todo confianza y buen servicio al final del almuerzo nos invitó a un herberete dulce. El almuerzo y su compañía han hecho del buen almuerzo un acontecimiento inmejorable. Gracias Oscar

Anfitrión muy amable, éramos 5 parando a tomar un café después de una caminata. y el dueño nos trajo muchas tapas viendo que teníamos hambre. Pagamos 12€/persona por bebidas y pan con aoli, puré de tomate, alitas de pollo y una muy buena tarta de queso vasca/tarta de manzana que compartimos. ¡Gracias!

Gran lugar para tomar un café. El personal es un poco brusco y brusco.

No estaba segura de venir o no a este lugar por los comentarios a veces favorables y otras no. Pero sinceramente tengo que decir que ha sido todo un ACIERTO. Oscar el dueño y camarero muy simpático y amable. La comida estaba muy buena, buenos productos. Pedimos un entrante de verduras a las plancha típico de esta zona, arroz al horno y dos postres. En total 55€. Las vistas del lugar son maravillosas. Lo recomiendo encarecidamente.

Impresionante en todos los sentidos. El arroz al horno de lo mejor que hemos comido en la vida. Hay que reservar eso si, sino no lo pruebas. Hay que dejarse recomendar y probar las delicias que nos ofrece el tabernero, que es de esos de los que ya no quedan. Está vez no pudimos probar los mintxos pero volveremos. Las berenjenas con miel son una delicatessen y los postres también. Hay que ir a este sitio y vivir la experiencia de primera mano. El pueblo es precioso, y muy limpio.