Bar la Llar dels Jubilats en Xeraco

Buscando un lugar dónde comer, tras una ruta en bici, y por experiencias anteriores en distintos hogares de jubilados, encontramos este sitio. Íbamos a ciegas y nos prepararon una paella de pollo y conejo que estaba espectacular, de la que no dejamos ni los huesos, y eso que mientras se acababa de cocinar nos arreamos un par de sepias dignas del mejor gourmet. Después de aquella experiencia, hemos vuelto cinco veces más, en las que hemos disfrutado de: otro espectacular arroz de col y ajetes, del plato estrella de la casa, el "mar y campo", un guiso que combina conejo y pollo con gambas, un cous-cous, del que no quedó ni el esmalte de los platos, en la quinta visita, un gazpacho, de matrícula de honor, y en nuestra, de momento, última visita, una fideua que merecería alguna estrella Michelín. Y pensamos seguir acudiendo para que Álvaro nos siga sorprendiendo, como ha hecho hasta ahora. Muy de agradecer el trato de Álvaro y los camareros que nos han atendido cada vez que hemos ido. Ya estamos preparando la séptima, y seguro que habrá muchas más.

Es el bar de los jubilados de Xeraco, tienen un buen menú casero

Hemos encargado un gazpacho manchego para comer y estaba buenísimo. Repetiremos seguro.