Bar Killo Puerto de Mogan en Mogán

Hermosa arquitectura y hermoso jardín. Servicio excepcional. No es barato pero vale la pena el precio. Puerto a poca distancia.

Cerca de todo, pero hay demasiado ruido de varios aire acondicionado y ventiladores. En los mejores hoteles que he visitado, había sacacorchos en la habitación, pero aquí no, ni siquiera disponibles para prestar.

Estábamos en el edificio número 5 en una habitación muy tranquila. El servicio fue atento y amistoso. Práctico: el aparcamiento subterráneo es gratuito, pero debido a su estrechez es especialmente adecuado para coches pequeños. No es del todo comprensible: la caja fuerte de la habitación es de pago. Esto debería estar incluido en el precio de un hotel de esta categoría. Naturalmente, el nivel de ruido en el comedor es un poco mayor cuando hay muchos invitados. La pista de baile del bar no es demasiado grande. Sin embargo, estas son sólo pequeñas cosas. En general un hotel muy recomendable.

El hotel precioso, fuimos pasar el día a spa y espectacular, el spa pequeño pero nos gustó mucho, nos hechamos un masaje balines, maravilloso, nos dejo muy relajados.

Un complejo hotelero realmente bonito y grande donde podrás encontrar todo lo que necesitas y un poco más. ¡Bonitas dos áreas de piscina separadas y maravillosa vegetación por todas partes! Desayuno rico y sabroso. ¡Definitivamente lo recomiendo!

Muy bonito y el personal muy atento

Hotel muy bonito, zona inmejorable, el puerto de Mogán es muy especial, lo mejor de Gran Canaria y este sitio el mejor para alojarse. Cerca de la playa y del Puerto, con muchos restaurantes, comercios, mercadillo y prácticamente todos los servicios. Si vas te enamoras.

Es la cuarta vez que voy al Mogan Playa con mi familia. También lo he recomendado a familiares y amigos que han ido gracias a mis recomendaciones. Creo que es un gran hotel. Tienen un personal amable y profesional. Dicho esto comentar que esta última vez que fuí , del del 22/10 al 29/10, tuve una situación que me incomodó con Henry, uno de los responsables del restaurante. Siempre voy al primer turno a cenar. Y cuando acabé de cenar me fui a la habitación. Mi hijo de 7 años se encontraba mal y después de darle Ibuprofeno decidí volver a bajar al restaurante acompañado con él para pedir una cebolla, un remedio casero contra la tos. Pero hubo un momento que mi hijo me dijo que tenía sed y decidí rellenarle una botella pequeña en el dispensador del restaurante. Fue entonces cuando Henry me pidió de manera insistente y con un tono inadequado que no podía hacerlo. Le contesté que tuviera flexibilidad que mi hijo no se encontraba bien que solo eran 50 cl de agua (toda esta discusión con mi hijo enfermo y en pijama a mi lado). Pero Henry continuo hasta que me cansé de darle explicaciones y le di mi número de habitación. Me fui a la habitación con la cebolla y el agua. Pasados los días entiendo que rellenar botellas no está permitido pero a veces hay situaciones que nos piden flexibilidad como en este caso y Henry no la tuvo. Los que sean padres y hayan tenido un hijo enfermo me entenderan.

Buena ubicación , cómodo para llegar, con garaje cubierto, y para acercarse andando al centro y a la playa. Bonito, con un jardín precioso y unas piscinas muy chulas. Tranquilo, para descansar lo que te apetezca en unas vacaciones. Y la comida deliciosa. No es barato pero vale la pena.

Todo estupendo y sobre todo la atención del camarero Gian Franco todo un profesional muy atento en todo momento y muy amable.