El bar de por si siempre ha sido muy carismático. Si que es cierto que la ultima vez habían cambiado de propietario y no tenían datáfono y eso se hizo un problema porque pedimos y nos sorprendió la dificultad para pagar. En ese aspecto fatal. Por lo demás siempre ha sido un clásico de Pamplona con las cocteleras tan buenas que tiene.