Bar de Tapas La Escalereta del Raval en Alicante

Típico bar de barrio pequeño con pocas mesas, por lo q hace de la experiencia algo personal...el servicio y el dueño personas super agradables y simpáticas.. La comida de calidad superior...ya le gustaría a más de uno de estrella Michelin. Marisco fresco del día y calidad si de algo no hay es porq no sirven nada q no sea de calidad y fresco del día... Los precios nada desorbitados, todo lo contrario para lo q ves hoy en día sin hasta bajos... Vamos q siempre q alguien me pregunta lo recomiendo y nunca ha fallado...volvere siempre q pueda...fantástico y además justo enfrente de la playa del cocó

Todo excelente, desde la atención, el sabor de la comida y los precios,volveremos

Cuando hace calor, cuando incluso la sombra ignora sus responsabilidades, aquí se concentra todo el viento que se niega a soplar en otro lugar. Ignora las necesidades de la mayoría y, consciente, apunta y alcanza con ímpetu el lugar más hermoso de Alicante. Un callejón. El lugar, mayormente acondicionado con mesas en el exterior, se aprovecha fácilmente de la belleza que lo rodea. Lo hace con sabiduría y discreción. Una puerta. Afuera, muros viejos y toscos delimitan un callejón en pendiente, que da a una escalera empedrada. Este último no es del tipo medieval francés bien cuidado, sino un pueblo rural del sur de Europa. No solo lo miras, te sientas. Tanto si quieres comer y conversar amablemente, como si buscas una confrontación acalorada, pero siempre civilizada, con tu ego alcohólico, este es tu lugar.

Se tapa de lujo y sus bocadillos de calamares una delicia.

Muy rico todo! Típico bar de barrio, no tienen carta por lo cual pedis sin saber el precio prácticamente. Pero son muy amables a la hora de explicar todo lo que tienen. Todo muy casero, dentro es pequeño pero por fuera tiene varias mesas. A pesar de no saber los precios está todo muy en precio justo y la calidad/precio es genial.

Cansado de bares "gourmet" donde la estética lo es todo, pero la comida deja mucho que desear? Ya tardáis en venir. Un bar de barrio de los que por desgracia quedan pocos. Comida buenisima, cafe espectacular, camareros amables y atentos y precios muy buenos. No hay estrellas suficientes para recomendarlo.

Un bar donde poder disfrutar como antes, con buena comida y personal top.