Es una cafetería muy acojedora. El matrimonio que lo lleva te trata con amabilidad y respeto y obviamente si es recíproco mejor. Saben cuando hay que decir que no a algo y ponen límites cuando los hay que poner. Los bocadillos son buenos, muy buenos. La verdad. Ademas ponen abundante relleno. No se quedan cortos. Cada mañana los veo ir a buscar el pan y sus provisiones, lo cual me da mucha confianza.
Para remarcar, el señor que es el cocinero es muy amable pero creo que tímido. La esposa es una mujer muy agradable, amable y gentil.
Los comentarios negativos que dicen que son bordes, que no sirven bebidas y tal… Pues la verdad que yo así no les percibo. Trabajo enfrente, los veo cada dia y trato con ellos. Si veis que os responden que no os sirven, quizas que pregunteis el por que. A veces no tienen el producto o simplemente no hay sitio para mesas porque se llena mucho… Antes de dar mala reseña, preguntad! Porque le bajais la reseña a un restaurante que sí vale la pena. La relación de calidad precio es muy buena… Y el matrimonio es muy honesto. Si no hay, no hay.