24/10/2025: ¡Ánimo con la camarera que estaba sola con la gente!
Fuimos dos veces durante el día y las dos veces fue genial, corriendo por todas partes, lo cual fue una pena.
Un lugar precioso (la terraza se desprendió), pero el mar era magnífico.
22/10/2025: 4 estrellas por la cafeína, el resto Julio, Agosto y septiembre es fauna "local" sin domesticar.
El café, tengo que reconocerlo, es bueno. Un chute de energía que te prepara para lo que viene después: la inmersión en la tribu de los "pijihippies" de las caravanas locales y sus mascotas.
Este no es un café, es un ecosistema. Un microclima donde la regla es: tu perro hace caca de media tonelada, donde le apetece (especialmente en el muelle, ¡por la cuota marinera!) y tú tiras la colilla donde Dios te da a entender (o sea, al lado del mar, para que nade un rato). Si no llevas un pañuelo de tie-dye y un perro más grande que un Shetland, eres forastero aunque tengas casa de toda la vida y lo caravana. Y si te atreves a pasar con un can que no haya sido aprobado por el comité de la perroflauta-tribu, prepárate para un escrutinio más intenso que el de la ITV. Un ataque de celos territorial canino/humano está prácticamente incluido en el precio del café con leche.
Querido dueño, Iván: Te lo digo con cariño y con los ojos llorosos por el humo de los porros y las cacas esquivadas. Tienes un tesoro cafetero, pero también una reserva natural con reglas propias. Por favor, haz un cursillo de adiestramiento a tus clientes, o mejor, sé práctico: pon orden, sí, pero sobre todo, regala bozales temáticos (y unas palas de recogida para los hippies) como merchandising del local. Podrías llamarlo "El Pack Bienvenida al Muelle: Café, colilla de porro y Calma".
Volveré, sí, por la cafeína que necesito para soportar el paisaje. Pero la próxima vez me sentaré con un megáfono y un letrero que diga: "Advertencia: Perros sin correa, Hipsters sin vergüenza y Posible Ataque de Flauta Travesera".
¡Buen café! (Lástima de la experiencia cuasi-selvática).