Bar Blanky Casa Fidel, España en Buenavista del Norte

¡Qué descubrimiento tan maravilloso en el corazón de Masca! Este restaurante es un verdadero tesoro escondido. El ambiente es sencillamente idílico, te envuelve una tranquilidad y una belleza que hacen la experiencia aún más especial. La comida casera es fabulosa, se nota el cariño en cada plato. Pedimos varias cosas y todo estaba delicioso, con ese sabor auténtico que tanto apetece. Además, el servicio es estupendo, atento y muy amable, siempre con una sonrisa. Pero lo que realmente nos encantó fue el detalle de que la cocinera saliera a saludarnos. Eso demuestra la pasión que ponen en lo que hacen y te hace sentir como en casa. Sin duda, un lugar altamente recomendable si visitas Masca. ¡Volveremos seguro!

He cruzado barrancos, desafiado curvas imposibles y caminado bajo el sol como un guerrero sin sombra… todo para llegar a Blanky Casa Fidel, en el corazón de Masca. Y sí: valió cada gota de sudor. Este lugar no es un simple restaurante. Es un templo de fuego, queso y gloria. Aquí no sirven comida. Aquí te lanzan manjares a la mesa como si fueras un dios recién bajado del Teide. ¿Qué me encontré? Queso asado que desafía la lógica humana. Crujiente por fuera, suave por dentro. Si Odín viviera en Tenerife, desayunaría esto cada día. Carne de cabra con más carácter que un vikingo con resaca. Se deshace sola y te reconcilia con tus ancestros. Papas arrugadas con mojo como munición de guerra. Cuidado: si no estás preparado, el mojo rojo puede despertar tu alma. Cerveza fría y vistas que te hacen cuestionar si estás en Valhalla. No, no es Photoshop. Es la terraza real. El servicio Te atienden como si fueras familia… o mejor: como si fueras el guerrero perdido del clan. Bromas, sonrisas, comida rápida y buena onda. Casi salgo con una abuela adoptiva. ¿Y los precios? Justos. Honrados. Sin trampa. Aquí pagas por sabor, no por sillas brillantes ni servilletas con logos. Comes bien, comes mucho, y sales con ganas de abrazar al cocinero.

Un ambiente muy agradable y familiar. Las raciones son abundantes y muy pero que muy ricas. Fuimos 2 personas y nos sobró bastante comida. Platos típicos hechos con amor con unas vistas preciosas. Fátima es la cocinera y me gustaría nombrarla y agradecerle el trato y la cercanía que tuvo explicándonos los platos con mucho mimo. También agradecer al dueño y sus compañeros por ser tan amables y serviciales. 11/10. Si pasáis por masca tenéis que ir a visitarles obligatoriamente!!!

Magníficas vistas del valle desde la terraza cubierta. Llegamos sobre las 12 y esperamos 5 minutos por una mesa. La comida estaba deliciosa (probamos carne de cabra, pescado encebollado y queso a la plancha) y el personal fue muy amable.

Llegamos por casualidad: perdimos el autobús y tuvimos que pasar dos horas de tiempo libre en algún sitio. Este es un lugar increíble, auténtico, con cocina local (estaba riquísima) y unas vistas increíbles a las montañas. Nos trajeron el pedido rapidísimo. El dueño también es muy amable y se comunica con cada cliente. Un restaurante con alma💫

Carne de cabra riquísima. Como hecha en casa. Muy sabrosa.

Estuvimos en otro y no fueron ni la mitad de amables, akí estupendos

⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ 9/10 ✅ Local pequeñito con mucho encanto donde prima el trato cercano y la mano casera. ✅ Personal muy atento. Fuimos con bebé y nos trataron muy bien. Nos recomendaron y estuvimos muy agusto. Una pena que la trona estuviese rota. ✅ La comida toda muy buena. Repito, se notaba el toque casero. Probamos el guiso de cabra que nos recomendaron, las papas (las mejores que nos hemos comido en todo nuestro viaje a la isla), los tres casos canarios (se nota la calidad) y de postre el quesillo (flan casero muy rico). ✅ Calidad precio muy buena. Visita obligada si pasas por Masca.

Hay que caminar un ratito cuesta abajo y lo que se baja, luego se sube. No abre los domingos. Corto de comensales en interiores, tiene terraza. Buenas comidas y precios relativamente cerca del mercado a pesar de la distancia. Buena atención y servicio de calidad. Muy amables y simpáticos

Masca es un pueblito con mucho encanto y este sitio encaja totalmente con esa filosofía. Personal atento y amable y ambiente muy agradable; con unas vistas preciosas. Precio barato y comida muy rica. Éramos dos, pedimos papas, conejo al salmorejo y albóndigas y estaba todo buenísimo. Calidad precio muy buena.