Bar Andorra en Pontevedra

Una mujer que lleva el negocio muy bien, aconseja muy bien y da de comer como una madre a sus hijos

Todo muy bueno, Carmen muy rico ....

Muy buena comida, con un precio ajustado, buena cantidad de algunos platos, y hecha con mucho mimo. Tardamos un rato en ser atendidos a pesar de ser sólo 4 mesas (es normal, la pobre señorina estaba ella sola para todo), pero luego en seguida fue todo rodado. El trozo de tortilla era ligeramente pequeño, los callos tenían casi solo garbanzos (aunque estaban espectaculares) y la "chuleta" y el "bistec" eran de cerdo (pensamos que serían de ternera...). Por otro lado, también le resta que de los postres no fuera ninguno casero (helado de tarrina, fruta...). El vino de la casa bastante mejorable. A pesar de ello, el sitio está muy bien y merece la pena muchísimo probarlo (sobre todo si vas en diferentes días que puedas tener opciones diversas). Por último, el café estaba muy bueno y la mujer fue encantadora.

Que me corten un dedo si este no es el mejor bar de Pontevedra, lo dejo todo y me vengo a vivir aquí. Carmen nos ha atendido como si fuésemos familia. Le mandamos un abrazo fuerte.

No he estado nunca en ningun otro bar de Pontevedra, pero no me hace falta para afirmar que el bar Andorra es el mejor de la ciudad y de toda la península. Carmen es increible y la comida que sirve es un espectaculo, lo hace todo ella y es inmejorable.

De los mejores sitios sitios de Galicia para comer y Carmen de las mejores personas que me he cruzado en la vida. De parte de todos gracias por tanto.

A esta señora le tienen que hacer un monumento. Callos con garbanzos espectaculares, un perolo entero para dos! "Coge lo que quieras", palabras textuales. Pulpo buenisimo! Café con gotas de orujo, la botella te la deja en la mesa y ponte tu el orujo. Un 10/10 sin dudarlo!

Hemos cenado genial, gracias Carmen por ser un amor

La comida estaba muy rica. La gerente es muy amable y atenta, siempre pendiente de que todo esté perfecto. ¡Recomiendo este lugar sin dudar!

Si los bares tuvieran una república, la constitución se redactaría en este bar. El templo de los hedonistas, nada de lo que salga de esa cocina o de ese barril puede conllevar algo malo. Gracias Maricarmen, tu bar me ha hecho feliz y me ha dado cosas que no se consiguen a través de los planteos de la lógica.