Balcon de San Agustin en San Bartolomé de Tirajana

Muy recomendable. Comida deliciosa, tanto española como canaria, y poca espera.

Pasamos por allí casi todos los días durante nuestras vacaciones porque la comida es muy buena y el servicio es muy agradable. Tanto de día como de noche, el ambiente siempre es estupendo. Ya estamos deseando que lleguen nuestras próximas vacaciones.

Los camareros parecían algo ajetreados, a pesar de que había muchas mesas vacías cuando llegué. Tardaron un rato en encontrar una mesa adecuada para mí; no me importa esperar, pero no parecían comunicarse muy bien. Uno de los camareros también parecía molesto, aunque hablaba muchos idiomas, lo cual probablemente sea fácil para la mayoría de los turistas. Al parecer, mi paladar es un poco más refinado que el de otros comensales… La sangría tenía un sabor barato; incluso la que compré en el hotel sabe mejor. El pan de ajo era un panecillo abierto con algún tipo de ajo encima; estaba bien, pero nada del otro mundo. También pedí melón con serrano, pero no tenía muy buena pinta. Pedí pollo a la plancha con patatas fritas y verduras; el pollo estaba bastante insípido, tuve que echarle más sal a las patatas fritas para que tuvieran algo de sabor y las verduras tenían un aspecto un poco triste. Quizás se les den mejor los platos de pescado, pero soy alérgico, así que no puedo probarlo. Comí hasta saciarme y solo gasté unos 25 €, pero eso es prácticamente todo lo positivo que puedo decir del lugar. En cuanto al ambiente: el constante y molesto repique de la campana de la cocina se oía perfectamente, lo que no me ayudó a relajarme. Probablemente durante el día haya una bonita vista al mar; yo solo vi el paisaje oscuro y las luces de la ciudad, que también eran bonitas.

Todo excelente, la cocina un 10, Enrique y sus cocineros lo mejor, el servicio de camareros un 10, Gustavo, Mikael, Carmelo súper profesionales y simpáticos. Comentar a los propietarios de poner más personal, para aliviar la carga de trabajo al gran personal que trabaja ahí. Sin duda lo recomiendo a mis amistades. Gracias

Un entorno precioso con vistas al mar y a la puesta de sol. El personal es muy amable, el pescado es fresco y las papas arrugadas, excelentes, con mojo rojo picante o alioli (mi favorito porque me encanta el ajo), acompañadas de un vino rosado con un toque de oporto tanto en el color como en el sabor (muy bueno).

¡Fantástico restaurante en Gran Canaria con excelente cocina local! Todo, desde el aperitivo hasta el plato principal y el postre, estaba absolutamente delicioso. Un buen vino de la casa y un schnapps para terminar. Excelente relación calidad-precio: alrededor de 40 € por persona. Servicio amable y ambiente acogedor. Nota: Cierra los martes y miércoles. ¡Muy recomendable! 🌴🍷🍽️

Lamentablemente, no había ninguna indicación de que el restaurante cierra los martes y miércoles, así que añadimos esa información ahora. Sin embargo, la comida es muy buena. El plato de pescado es muy recomendable. La paella también estaba deliciosa. El pescado del día está bien, pero no es nada del otro mundo. Dorada con patatas y ensalada. En Alemania, la ensalada sería meramente decorativa. Medio tomate, apenas cortado, UNA rodaja de cebolla y UNA hoja de lechuga. Hay que prepararse el aliño uno mismo. Eso no es para mí. Por desgracia, cuando hay mucha gente, el ambiente es muy ajetreado, así que apenas hay tiempo para preguntar por la carta. Nunca había visto nada igual. Parece que trabajan con mucha eficiencia en la cocina. El chef, sin duda, va a toda velocidad, así que la preparación no puede ser muy larga. Por eso los camareros no tienen que andar como locos, creando un caos en el restaurante.

Siempre vengo aquí por la fantástica sangría y la vista. Cambiaron la receta de la sangría, así que ahora está muy mala. ¡Qué decepción! La vista es la misma, así que puedes tomar algo diferente. No he usado el baño de invitados.

¡Personal muy amable! Nos atendieron rápidamente y nos aconsejaron muy bien. La dorada estaba preparada de forma diferente a la que suelo comer, pero estaba buenísima. Cuidado con el ajo. Volveríamos encantados. La vista al mar es preciosa. El menú está disponible en español, inglés y alemán, y el camarero habla ambos idiomas con fluidez.

Al principio teníamos dudas por las otras reseñas, pero nos sorprendió gratamente. Servicio rápido y amable, ¡y un tiempo de espera razonable para la cantidad de gente! El entrante, camarones al ajillo, ¡estaba excelente! Los platos principales, lubina y filete, estaban fantásticos.