Bages 964 Oller del Mas en Manresa

Solo puedo hablar del wine bar . Tanto el servicio como la comida de 10. La terraza super bien y dentro con la chimenea también perfecto....

Sin lugar a dudas Les Cabanes de Mas Oller es uno de esos lugares por los que hay que pasar, al menos, una vez en la vida. Todo el personal es muy atento y hacen que te sientas como en casa. Menú degustación del Bages 964 muy buena relación calidad/precio. Merece la pena disfrutarlo. Menú Wine Bar, si pasas 3 ó 4 días allí se hace reiterativo porque mantienen los mismos platos toda la semana. Conclusión: visitarlo y comprobar el conjunto de todas sus bondades.

Experiencia gastronómica muy recomendable y verdaderamente satisfactoria. Comimos el menú degustación corto, y destacaría todos los platos rozando un nivel de estrella Michelin. Un menú bastante completo: 4 aperitivos (platos que se comen con la mano de un bocado), 2 entrantes, un plato de pescado, un plato de carne y dos postres. Destaco los puntos de cocción de la carne y el pescado, perfectos, además de las múltiples elaboraciones de cada plato y los fondos y salsas que acompañan a cada uno. Los postres (que normalmente suelen resistirse a los cocineros) figuran en un puesto destacado del menú, muy golosos pero nada empalagosos. A nivel visual, los platos entran por los ojos, los emplatados son vistosos y elegantes. Destacaría sobretodo los platos de carne y de pescado, los dos postres, uno de los dos entrantes y 3 de los 4 aperitivos. El servicio muy profesional, dando explicaciones detalladas de cada plato y sugerencias de degustación para maximizar la experiencia. El local es elegante y moderno a la vez, con una separación adecuada entre las mesas, con vistas al campo de golf y a Montserrat. A destacar que mi pareja no come trigo ni lácteos por temas de alergias ni carne por elección personal. Aún así, avisando con tiempo, le prepararon un menú adaptado al mismo nivel que el normal, lo cual es muy de agradecer. Precio muy razonable para la calidad exhibida. Pasamos una velada muy agradable y disfrutamos de cada uno de los platos. Espero que algún día ganen la estrella Michelin, realmente lo merecen. Ánimo!

Un sitio precioso, en plena naturaleza. El restaurante tiene una cocina elaborada, elegante y de calidad. La terraza, con viatas a Montserrat, al campo de golf.. preciosa y un servicio profesional hace de este restaurante un lugar perfecto para una comida de negocios o en familia. Muchas plazas de parking en frente del restaurante.

Lugar con chimenea y calor para tomar una copa

Celebramos un aniversario con actividad Enologa y comida. La actividad maravillosa, creamos nuestros propios vinos...fue maravilloso y muy divertido. El lugar es superior, el lugar, el entorno, los anfitriones. Todo de 10. Luego por la tarde unas copas con los amigos delante de la chimenea y.....que más se puede pedir.

Muy buena atención, la comida no la he probado ya que fui a jugar pitch and putt, tomamos algo antes y después de la partida y muy bien todo

La atención en recepción como los camareros muy bien, con referencia al campo tiene muchas dificultades a pesar que no se ve complicado y cuando pega el aire más aún, yo recomiendo su recorrido

Tras una experiencia increíble en las cabañas, (puedes ver mi reseña sobre ellas), fuimos al restaurante a comer. DECEPCIÓN tremenda cuando el hombre de gafas que estaba antes de entrar nos recibe, con una cara ultra seria y muy parco en palabras. Nos hace esperar un rato largo con la perra, a pesar de tener la reserva, y de malas maneras, nos hace pasar. A mi me ha hecho sentir fatal. NADA QUE VER con los camareros más jóvenes, que han sido encantadores desde el principio con nosotros y que por ellos les pongo 3, en vez de 1 estrella. En cuando a comida, sinceramente la ostra frita no sabe a nada, la del caviar es muy especial, bien. Las croquetas de sepia, o calamar como ha dicho el otro camarero de gafas, también muy serio, estaban buenísimas, pero las de pollo sin sabor. En cuanto al arroz de gambas rojas y sepia, las gambas estaban crudas y la sepia ni se veía, el arroz súper salado y cuanto más comías sabía demasiado a quemado. La tarta de queso es brutal, pero le hemos pedido los cafés al camarero de gafas, y he tenido que levantarme porque no nos los llevaban. A más inri, cuando nos los han traído ni siquiera eran como los habíamos pedido. Al ambiente le quito 1 estrella porque la mesa que teníamos al lado me ha hecho sentir fatal ante su mala educación, alzando la voz a los camareros para que les hicieran caso y una actitud de muy mala educación. Relación calidad-precio, en mi opinión, muy caro. Sinceramente, deseo con toda mi alma volver a las cabañas, pero este lugar no lo vuelvo a pisar.

Una experiència gastronòmica sense "parangón". UNA PASSADA!!! Tot excel·lent: menjar, productes (de temporada i proximitat), presentació... I què dir del servei? Un 10 també per al Jesús que ens ha acompanyat tot el dinar, amb explicacions concises, acurades i amb molt "carinyo" en tot moment. Una experiència inoblidable!!!!!