Atis Tirma Restaurante en Agüimes

Tanto la comida como el trato espectacular. Te atienden siempre con una sonrisa y la comida está toda riquísima, tanto es así que fuimos 3 veces a cenar. Es un gusto encontrar sitios así y con una calidad de los platos como la de este restaurante

Atis Tirma fusiona a la perfección la tradición canaria con un toque moderno y sofisticado. El restaurante ofrece platos familiares reinterpretados: las papas arrugadas se sirven con mojos innovadores, el almogrote se enriquece con un toque de miel de palma y el queso ahumado a la plancha se presenta de forma elegante. Como broche de oro, la entraña a la brasa sorprende con su preparación impecable. Además, la atención es excelente. La encargada te aconseja las porciones ideales para que disfrutes de cada bocado sin excesos. Atis Tirma es ideal para quienes buscan saborear la tradición canaria reinventada en un ambiente acogedor y moderno. ¡Una visita obligada para los amantes de la buena mesa!

Súper auténtico, calidad precio realmente genial!

Lugar muy agradable, con comida rica y buena atención. Probamos las croquetas, la empanadilla de cochinillo, solomillo y de postre tarta de queso. Estaba todo muy rico. Lo recomiendo!

Magnífica atención y buena comida, precios adecuados. Para repetir

Todos los platos eran muy sabrosos y económicos.

Gran descubrimiento, platos de mucha calidad y con un toque innovador. El trato recibido, inmejorable. 100% recomendado.

Cocina local de una agradable pareja anfitriona.

Fuimos 3 personas, comimos Papas, Ropa vieja con pulpo, parrillada de carne. De postre una estupenda torrija y cafe. Todo buenisimo , pagamos 68 euros. Repetiremos en la proxima visita a Aguimes.

Íbamos a comer en Maspolamos y al final decidimos ir a Agüines, comer y dar una vuelta por el pueblo. Fue un gran acierto. Comida canaria muy rica y variada. De entrada pan con aceites de tres tipos: albahaca, cebollino y romero, además un rico alioli. Compartimos todos los platos, salmorejo tuno indio, queso ahumado a la plancha con confitura de mango, ropa vieja de pulpo y añadimos 3 empanadas de cochino negro. Todos estupendos. No pedimos postre porque ya estábamos llenos. La joven que nos atendió encantadora, muy profesional siempre con una sonrisa, personas así te alegran la comida. La única pega, que no es culpa del establecimiento, fueron los gritos de una mesa de cinco personas que no sabían hablar, solo gritaban y muy fuerte. Una pena pero deben pensar que hay más personas comiendo. Con 2 botellas de agua y dos cafés cortados salimos alrededor de 14 € por persona. Extraordinaria relación calidad-precio.