La comida está bien pero del servicio y del ambiente no puedo decir lo mismo. Cuando fuimos era un día caluroso (finales de septiembre) y tenían aparato de aire acondicionado pero no funcionaba. Para intentar solucionarlo tenían todas las ventanas abiertas y lo único que consiguieron fue que se llenase de moscas. El servicio fue bastante lento y los camareros iban agobiados. Hacía tanto calor y tenía tantas ganas de irme que ni tan siquiera pedimos postre.